En su séptimo encuentro, los bookfluencers debatieron sobre literatura, diversidad y redes sociales

12 de mayo, 2023 | 21.24

(Por Leila Torres) En el séptimo “Encuentro Internacional de Bookfluencers” que tuvo lugar eSta tarde en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, los bookfluencers -jóvenes que comparten sus experiencias de lecturas en las redes sociales y tienen un alcance de miles de seguidores- compartieron una exhaustiva jornada con mesas de debate alrededor de la difusión de la literatura y en torno a cuestiones que inciden en su tarea divulgadora, como el acoso virtual y la inclusión de temáticas sobre la diversidad.

Pese a que la convocatoria no fue masiva desde el inicio como la edición anterior, donde a través de una pantalla colocada a la salida del salón aquellas personas que se quedaban afuera podían no perderse las charlas, la sala José Hernández del porteño predio de La Rural se fue llenando de a poco con jóvenes apasionados por la lectura, y también niños y niñas acompañadas por adultos. Durante la previa, apabullaron y festejaron este séptimo encuentro donde ellos son los protagonistas.

A cada integrante que ingresaba a este encuentro que involucró seis bloques temáticos sobre acoso en redes sociales, recomendaciones de libros y tips de escritura, se le entregó un número de talonario. “Primero guarden los números que son para un sorteo. Segundo, Francia. No me quería privar de decir eso”, comenzó Cris Alemany, editora especialista en literatura juvenil y gestora de la “Movida juvenil” en la Feria Internacional del Libro.

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En esta oportunidad participaron 26 bookfluencers que subieron al escenario conforme la moderadora los presentaba con su nombre y también el de usuario de sus redes sociales. Muchos de ellos llevaban la palabra “libros” o “books” -en inglés-, fieles a la pasión que los aúna como Malelovebooks, Belbooks, Endlessbooks y Celes Magical Stories.

"Acoso virtual, hate y redes” fue el hilo que guio el primer conversatorio, del que participaron los bookfluencers Dewars Bracho (dueño de la cuenta @hablandodebooks), Anto Romano (creadora en @quilisilver), Male Peña (librera y en Instagram @notaftereverything) y Mariela Fernández (locaxlibros).

Los jóvenes que recomiendan libros se mueven en un contexto donde son sensibles al acoso virtual y al “hate”, expresión en inglés que hace referencia a recibir comentarios odiantes en las redes sociales. Dewars Bracho, de nacionalidad venezolana, llegó a Argentina hace 6 años y dijo que la “esta sala es como mi casa” y muchos de los bookfluencers presentes son “personas con quienes sigo compartiendo” desde entonces.

Por su parte, Anto Romano contó que comenzó en 2014 publicando videos y celebró: “Seguimos aquí”. “Todos empezamos un poco por hobbie y estamos acá y parece que no nos vamos más”, coincidió Mariela Fernández. Durante este panel, los bookfluencers compartieron la inseguridad que les daba al principio mostrarse en redes sociales.

Sobre cómo circulan los comentarios de odio en ese ambiente, Male Peña señaló: “No está bueno echar leña al fuego. El respeto está antes que todo. Las redes no miden y nosotros somos lectores, sabemos lo que implica la palabra escrita”.

Una anécdota que se destacó fue la situación que atravesó la dueña de @locaxlibros ante un internauta que, en una publicación suya, comentó: “Eso no es de lectores”. Ella respondió en un video: “Perdón, no sabía que había que tener un certificado de lector”. y su intervención se viralizó en 24 horas y terminó aumentando su cantidad de seguidores.

La experiencia dio lugar a preguntarle al público si alguna vez había recibido comentarios que agredieran el aspecto de quienes se exponen o su manera de escribir. Algunos levantaron la mano. “Hay que ponerle ‘me gusta’ y desearles suerte”, dijo Anto Romano con ironía.

Las dinámicas en las redes cambian según las aplicaciones y también según la época. “No es lo mismo que en 2013 cuando nos veían pocas personas en YouTube, que en TikTok que un joven sube un video y se viraliza rápido y recibe muchos comentarios”, diferenció Bracho.

En ese sentido, Fernández alertó que “hay que tener en cuenta que cada vez son chicos mucho más jóvenes que no tienen los medios para manejar el bullying” mientras que Romano señaló que “las plataformas no están reguladas” pero que “deberían ponerse las pilas”.

Bracho agregó que “faltan leyes” pero hay estrategias como “bloquear, silenciar historias” y también “la posibilidad de elegir” a quiénes seguir y a quiénes no.

Frente a un público jóven y, en muchos casos aspirante a ser bookfluencer, las recomendaciones que dieron los panelistas se basaron en “el respeto” y la importancia de tener en cuenta que “detrás de las pantallas hay una persona”.

“También está el Chat GPT (detrás del cual) no hay una persona pero esa es una charla para dentro de cinco años. Anoten”, propuso Anto Romano, quien participó también en la edición anterior del Encuentro Internacional de Bookfluencers.

Al finalizar el bloque, Alemany pidió una foto grupal con la pancarta “No al bullying”. Algunos jóvenes entre el público posaron levantando la mano, otros silbaron y otros aplaudieron.

¿Cómo son los personajes femeninos en las novelas juveniles?¿De qué manera la literatura puede ser inclusiva y abordar personajes que incluyan a la comunidad LGBTIQ+? Las influencers de libros Aye Vegagil Espósito (@unicornioliterariook), Erika Wrede (@soycorrectora), Guada Castagnola (guada.casta) y Sofía Mascaró de @ToffiLadyReader hablaron luego de libros que incluyen perspectivas diversas.

“Creo que avanzamos muchísimo”, comenzó Wrede y puso como ejemplo la novela “Heartstopper”, sobre dos adolescentes que se enamoran. El éxito literario de la obra fue tal que tuvo una adaptación en Netflix.

“Yo tengo discapacidad auditiva y hay muy pocos libros que tengan protagonistas con discapacidad”, advirtió Aye Vegagil, lo que llevó a debatir sobre la importancia de la identificación en la literatura juvenil. “Somos personas y esa diversidad existe, le guste a la gente o no”, acotó.

La conversación giró en torno al concepto de “inclusión forzada” que hace referencia a aquellos autores o autoras que incorporan en sus narrativas personajes queers pero que no se reconocen como parte del colectivo LGBTIQ+. “Un ejemplo de inclusión forzada podría ser que una persona blanca hablara de discriminación negra, o un cristiano se ponga a hablar sobre ser musulmán. El autor o la persona que está escribiendo esa historia no vive lo que esa persona está sintiendo”, explicó Vegagil Espósito.

¿Pero qué sucede cuando no hay conocimientos sobre la vida personal del autor? “Podemos exigir diversidad pero no decir ‘vos no podrías estar hablando de este tema’”, señaló Wrede.

Otra de las preguntas que surgió, en sintonía con las temáticas que brotan en las redes sociales, fue qué pasa con las representaciones de Estados Unidos en la literatura. “Pasaba mucho antes que había libros argentinos que hablaban sobre personajes estadounidenses, o europeos. Bueno, escribamos también sobre personajes que viven acá”, invitó Castagnola.

Al introducir a Estados Unidos en la conversación, rápidamente emergió un debate muy en boga actualmente vinculado a editoriales estadounidenses y británicas que incorporaron el rol de “los lectores sensibles” y cambios recientes en clásicos como “Diez negritos” de Agatha Christie, cuyo título fue modificado a “Y no quedó ninguno”.

“Estaba mirando Peter Pan y vi que sacaron las palabras de la gente que dice cosas como ‘Hay que matarlos’. Como historiadora, me molesta que borren las cosas que pasaron porque son importantes para entender el contexto y sus condiciones de producción”, dijo Sofía Mascaró.

Castagnola contó cómo libros que de pequeña “consumía muy orgullosamente”, hoy no los recomendaría. Para ella, “habla muy bien de nosotros que podamos generar críticas sobre libros antiguos, leerlos pero con otra mirada”.

El panel finalizó con recomendaciones de libros que están escritos en clave LGBTIQ+ como “Leah a destiempo” de Becky Albertalli, “Ophelia after all” de Racquel Marie, “Al otro lado del océano” de Tahereh Mafi y también los poemarios de Elvira Sastre, la poeta española que recientemente se presentó en el Teatro Ópera.

Luego de fuertes aplausos y ovaciones, Alemany anunció: “Tenemos registrados más de 4 mil bookfluencers en el país”. El encuentro siguió con consejos de escritura y publicación de libros frente a la próxima generación de jóvenes que ya comparten y difunden sus experiencias literarias.

Con información de Télam