Denuncian que los pedidos de censura de libros en Estados Unidos se duplicaron en 2022

23 de marzo, 2023 | 18.44

La Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos (ALA) informó que en 2022 se recibieron en ese país 1.269 solicitudes de censura de libros, en particular de obras vinculadas con la comunidad Lgtbqiqq+ y personas de color, cifra que representa casi el doble de la alcanzada en 2021.

En total, 2.571 títulos fueron objeto de la censura en 2022, informó esa institución según la agencia de noticias AFP, remarcando que en 2021 fueron 713 y 156 en 2020.

De esta manera, se marca un nuevo récord desde que esta asociación de bibliotecas de Estados Unidos, creada hace 140 años, empezó a recopilar este tipo de información hace 20 años.

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De las denuncias, el 58% estuvieron dirigidas contra libros en bibliotecas y planes de estudios escolares y el resto contra títulos en bibliotecas públicas.

La lista de títulos afectados se dará a conocer a fines de abril durante la Semana Nacional de Bibliotecas, en Washington.

Algunos de los títulos cuestionados años anteriores fueron clásicos como "Matar a un ruiseñor", de Harper Lee; "De ratones y hombres", de John Steinbeck; y "Ojos azules", de la premio Nobel de Literatura Toni Morrison.

Antes de 2021, la mayoría de los intentos de silenciar un libro buscaban retirar o restringir el acceso. Ahora "estamos viendo que estas impugnaciones proceden de grupos de censura organizados que se dirigen a las reuniones de los consejos de administración de las bibliotecas locales para exigir la retirada de una larga lista de libros" para "que nadie los pueda leer", dijo en un comunicado Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina de Libertad Intelectual de ALA.

Su objetivo es "suprimir las voces de aquellos tradicionalmente excluidos de las conversaciones de nuestra nación, como las personas de la comunidad Lgtbqia+ o las personas de color"; son los lectores los que deben ser los que decidan qué leer y no "la autoproclamada policía del libro", aseguró.

En tanto, la presidenta de ALA, Lessa Kanani'opua Pelayo-Lozada, remarcó que "la censura no ataca solo a los libros, cada vez hay más amenazas contra trabajadores de las bibliotecas, a su empleo, su seguridad y en algunos casos amenazas directas por proporcionar libros a los jóvenes y a sus padres que desean leer".

Sobre la impugnación de un libro, la asociación que solo contabiliza las denuncias que recibe directamente, puntualizó que puede resolverse a favor de mantenerlo en la colección, restringir su acceso o retirarlo de la biblioteca.

Con información de Télam