Un emocionante video tuvo lugar en las redes sociales y es compartido en distintas partes del mundo. Un niño de 6 años con enfermedad terminal pidió su último deseo y nada más ni nada menos que 20 mil motociclistas se aparecieron para poder cumplírselo.
El momento conmovedor se llevó adelante en Alemania, donde se vivió una situación muy emocionante en torno a un niño de 6 años y toda su familia. A sabiendas de su enfermedad terminal, pidió un último deseo: ver una moto Harley Davinson.
Es aficionado de los fierros, su padre pertenece a un grupo de miembros y la idea era ver a una pasar frente a su casa, pero fue muchísimo mejor y más sorprendente. 20 mil motociclistas se hicieron presente para la locura del niño que no lo podía creer.
En el video viral se observa a una cantidad de motos que no paraban de aparecer. Recorre principalmente Twitter y fue replicado por un usuario, quien tuvo infinidad de interacciones en la cual los internautas manifestaron las sensaciones que dejó esta noticia.
Qué enfermedad tenía el niño
Kilian Sass es oriundo de la ciudad alemana Rhauderfehn, en la Baja Sajonia. Fue diagnosticado con un linfoma y su amigo llamado Ralf Pietsch fue quien decidió hacer realidad su último deseo bajo el nombre #KrauchFurKillian (Ruido por Kilian).
Este momento sucedió el pasado 24 de julio de 2021. El 18 de agosto falleció, 25 días después del emocionante suceso.
Una niña vio el mundo por primera vez y su reacción emociona a todos
La ciencia dio que hablar una vez más y, a través de un video que se compartió en redes, se observó una emocionante situación. Se trata de una niña que vio el mundo por primera vez en su vida, hecho que celebrado por muchas personas.
A raíz de un trasplante de órgano que benefició su vista, una niña pudo ver por primera vez. La emocionante situación se llevó a cabo en Turquía y el video lo compartió en Twitter una cuenta dedicada a la ciencia y la salud.
"¡La ciencia es más que asombrosa", escribieron al respecto. Al principio, se vio a la niña con los ojos tapados mientras se mostraba incómoda y sollozando por el procedimiento médico, que finalmente fue un éxito.
Luego de unos largos minutos, sus ojos quedaron al descubierto y le costó adaptarse el cambio. En un momento, dejó de llorar, empezó a mirar hacia todos lados y emitía algunas sonrisas para la emoción de los médicos y la madre, quien la sostenía en brazos.