Al momento de cocinar hay una serie de consideraciones que se deben aprender para que las comidas obtengan el sabor que deseamos, y porque pueden impactar en la salud del organismo. Una de ellas se encuentran vinculada con la duración del aceite, debido a que existen una recomendación que a aplicar en su reutilización.
Para llevar a cabo la cocción de milanesas, papas fritas, nuggets de pollo o cualquier otra comida que se fríe, el aceite de girasol es de gran utilidad para acompañar las recetas mencionadas. Después de cocinar los platos, el mismo se puede filtrar y volver a utilizar en un segundo intento. Aunque hay un límite en el que se aconseja descartar al líquido.
"El aceite se cambia cada 5 mil huevos", expresó Ketylin Acosta, como figura su usuario en X (Ex Twitter) sobre un video en el que se puede observar a una persona cocinando huevos y carne frita. Lo particular es que el líquido está oscuro, no tiene un color amarillento o cierto tono transparente. Algo que es producto de un uso más que excesivo.
El momento ideal para cambiar el aceite es cuando este tiene una modificación considerable en el color, los alimentos y el mismo líquido tienen un aroma extraño que puede ser producto de las grasas quemadas y de otras comidas cocinadas. Por otro lado, el color oscuro de la solución es una clara señal que se encuentra quemado y esto va a afectar en grandes proporciones en la calidad del alimento. También es probable que se registre la presencia de humo al poco tiempo de haberlo colado al fuego.
Mientras que las consecuencias en el organismo podrían llegar a ser variadas, un aceite oscuro o quemado provoca que los alimentos absorben una cierta cantidad de grasas trans que pueden generar enfermedades cardiovasculares con el paso del tiempo. Además, hay chances de que sea nocivo para personas con diabetes, ya que se produce el aumento del colesterol malo.
Papas fritas crujientes y suaves por dentro: cuál es el truco secreto de los chefs
Hay una gran cantidad de procedimientos para llevar a cabo la cocción de papas fritas y que estas dispongan de un crocante único que va a generar casi el mismo sabor que se consigue en los principales locales de comida rápida. Solo es necesario aplicar un proceso de elaboración que demanda un considerable cambio en la receta original.
1. Cortar las papas en forma de bastones y colocarlas en una olla con agua.
2. Las papas deben hervir a fuego fuerte durante cinco minutos, y luego sacarlas.
3. Una vez que se encuentren secas, las papas se colocan en aceite caliente y freírlas hasta que adquieran un dorado.
4. Se recomienda que en el proceso de fritura se vayan moviendo los bastones para una cocción más pareja.
Hay otras recetas sobre las papas fritas que recomiendan que se las deben colocar en agua bien fría durante 20 minutos antes de sumergirlas en agua caliente. Sin embargo, la clave estaría en el proceso de una doble cocción que luego permitirá el desarrollo de un crocante superlativo.