5 lugares de la Tierra que serán inhabitables en 2050, según la NASA

Qué áreas de nuestro planeta están en riesgo, de acuerdo a un informe de la NASA. Cómo debemos actuar para evitar esta devastadora realidad.

18 de junio, 2024 | 14.54

Un estudio realizado por la NASA advierte que algunas áreas del planeta podrían volverse inhabitables para el año 2050 debido al calentamiento global. El informe, basado en datos satelitales, alerta sobre el aumento de temperaturas y la humedad, lo cual podría hacer imposible la vida humana en ciertas regiones.

El índice de bulbo húmedo, utilizado por los expertos de la agencia espacial estadounidense, permite identificar las áreas en riesgo. Se considera que un índice superior a 35 °C durante seis horas consecutivas es letal, ya que el cuerpo humano pierde la capacidad de regular su temperatura interna.

Cuáles serán los 5 lugares inhabitables de nuestro planeta a partir de 2050

Según el estudio, las naciones del sur de Asia, como Pakistán, podrían ser algunas de las regiones afectadas. En los últimos 15 años, algunas áreas subtropicales ya superaron el umbral crítico de índice de bulbo húmedo, lo que sugiere que el fenómeno podría intensificarse y expandirse en el futuro.

Asimismo, los países ubicados en el Golfo Pérsico podrían enfrentar condiciones extremas. Las altas temperaturas y los niveles de humedad podrían convertir esta región en un lugar inhabitable para los seres humanos.

Las áreas costeras del Mar Rojo también están en riesgo debido al calentamiento global. El aumento de las temperaturas en esta zona podría provocar que el índice de bulbo húmedo supere el límite tolerable para la vida humana.

Para el año 2070, ciertas regiones de Brasil podrían también enfrentar condiciones inhabitables debido al calentamiento global. Se espera que las temperaturas y la humedad alcancen niveles peligrosos en estas áreas.

El este de China es otra región en riesgo según las proyecciones del estudio. Esta área podría experimentar índices de bulbo húmedo superiores a 35 °C, poniendo en riesgo la salud y la vida de sus habitantes. Además, algunas regiones de los Estados Unidos podrían enfrentar cambios significativos en las próximas décadas.

Los científicos de la NASA señalan la importancia de tomar medidas urgentes para mitigar el calentamiento global y evitar que estas proyecciones se conviertan en realidad. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero es fundamental para proteger estas regiones y asegurar la habitabilidad para las generaciones futuras.

Por qué el fin del mundo se podrá ver en 2045

La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) anunció que en el año 2045 se verá el fin del universo en vivo. Esto será posible gracias al Colisionador Circular Futuro (FCC), una máquina que se está construyendo en Ginebra, Suiza.

El FCC será tres veces más grande que el Gran Colisionador de Hadrones y permitirá a los científicos estudiar las partículas con mayor detalle y precisión. El objetivo principal del CERN es comprender las partículas más pequeñas que componen nuestro universo y las fuerzas que las gobiernan.

Con el descubrimiento del bosón de Higgs hace 12 años, una partícula crucial para entender el funcionamiento de otras partículas, el CERN busca ahora explorar los misterios cósmicos y simular el posible final del cosmos.

El FCC realizará colisiones entre partículas subatómicas para recrear cómo fue el fin del universo y evaluar si las condiciones para que esto ocurriera están más cerca de lo que se imaginaba. Se espera que la nueva máquina esté operativa en el año 2045, aunque las investigaciones durarán varias décadas: se estima que hasta 2070.

El proyecto iniciará con la construcción del Colisionador Circular Futuro, que tiene fecha prevista para el 2030 y demorará al menos unos 15 años. Según las previsiones del CERN el FCC costará 20.000 millones de euros y tendrá tres veces el tamaño del Gran Colisionador de Hadrones.

De acuerdo a lo anunciado, será capaz de producir nada menos que 40 millones de colisiones por segundo y la cantidad de información que generará será tan enorme que será necesario poner a punto un sistema que sea capaz de analizar los datos en tiempo real y tomar una decisión respecto a la colisión que se acaba de producir.