Ángel de Brito debió apaciguar la energía de la panelista del ciclo que conduce, Cinthia Fernández, quien se había mostrado muy exaltada ante un tema que la sacó de sus casillas. En medio de un debate sobre las posibilidades del regreso de Wanda Nara a Argentina para ser parte de MasterChef Celebrity, la bailarina fue interceptada por la abogada de la botinera, Ana Rosenfeld, y debió elevar su tono para mantener su postura.
“¡Qué se quede con el make up, ya está!”, expresó Fernández, en alusión a que si ella estuviera en el lugar de Wanda, se quedaría en Europa y enfocada en la marca de maquillajes que la hermana mayor de Zaira Nara lleva adelante. A pesar de la supuesta buena intención en sus declaraciones, Rosenfeld no le dejó pasar la acotación a la panelista de Los Ángeles de la Mañana y le pidió que respete el trabajo y la imagen de su representada.
“Yo no sería tan despectiva, porque que vos hagas make up no significa que no puedas hacer otras cosas”, lanzó la abogada y así mostró que defiende a regañadientes a la esposa de Mauro Icardi, ante cualquier tipo de comentario que pueda estar en su contra. Como era de esperarse, Fernández no se quedó callada ante la respuesta de Rosenfeld y redobló la apuesta: “Despectiva nada, dije que se quede con el make up porque le va muy bien y que no venga acá por dos mangos. No me lo banco, no hagas interpretación de mis palabras. Pero déjame de hinchar”.
En esas últimas frases que enunció, la acróbata elevó notoriamente su tono de voz, por lo que Ángel de Brito no vio otra alternativa que intervenir y hacerle un llamado de atención al aire: “Tranquila, no grites Cinthia. ¿Qué te pasa? Con tranquilidad, hablemos como seres humanos civilizados”. Así, el conductor de LAM demostró una vez más cuánto le cuesta mantener la calma entre sus panelistas.
Logro periodístico
Hace algunos días, de Brito fue noticia por una íntima entrevista que le hizo a Thelma Fardín en su programa, donde la actriz se explayó sobre todas las aristas relativas a su denuncia por abuso sexual a Juan Darthés. “Yo viví en muchos países, un poco escapándome de estar acá y de la posibilidad de cruzarme con esta persona. Yo laburo desde muy pequeña y tenía miedo de volver a cruzarme. Nunca más me lo crucé”, reveló en un momento la artista, en alusión a uno de sus mayores temores después del traumático episodio que vivió.
Luego, Fardín se refirió a su derecho de elegir cruzarse o no a su denunciado en el juicio oral: “Yo soy la testigo principal. Esa es la figura que me toca, porque soy la víctima. Yo declaro primera y si quiero puedo escuchar a todos los testigos. Pero, afortunadamente, puedo pedir no cruzármelo, no tener contacto visual. Él no me puede hablar de ninguna manera”.