Mariano Iúdica sorprendió al revelar que tuvo contacto con sus padres fallecidos tras someterse a una terapia alternativa. El conductor de Polémica en el Bar dio a conocer cómo fue el vínculo que tuvo con sus progenitores y a qué revelación accedió en ese momento.
"Yo tuve experiencias con mamá y con papá. Al cerrar los ojos es como si tuvieses un televisor por delante en donde aparecen imágenes y se escuchan voces. Esas voces son las de ellos. Quien esté leyendo esto podría pensar: ‘Hummmm...’, pero cuando sucede el culo se te llena de preguntas. Y yo he encontrado respuestas a muchas de ellas”, comenzó su descargo el periodista en diálogo con Infobae. Y agregó: “Pensé: ¿Qué rol me cabe en esta? Miraba alrededor y mis hijos estaban sanos. Tenía trabajo y ganaba más plata que nunca. Necesité saber qué hacer con todo eso en un mundo muy dispar, de situaciones realmente fatales".
Iúdica contó que el trabajo realizado por su maestra espiritual, que ofició de medium, se basó en la concentración en las respiración y añadió: "Crea un clima propicio para las visualizaciones de quienes ya están en otro plano". "A mí me tocó ser dador. Y ya venía en ese tren: tendiendo la mano, atendiéndole el teléfono a quienes nadie atendía, acercando laburo o tan solo escuchando. Esa es mi misión y ellos me la confirmaron", reveló sobre el mensaje que le transmitieron sus padres desde el más allá.
El desgarrador descargo de Mariano Iúdica sobre la muerte de su hermano
"En 1983, Eduardo cursaba el tercer año de Ingeniería (con promedio de 9.70) y ese día llegaba tarde a la facultad. Él tenía la costumbre de pasar a saludar a su novia antes y después de cada clase, por su casa de Avenida Santa Fe y Austria. Pero ese ese puto día, se retrasó", comenzó su relato sobre el día en que su hermano mayor perdió la vida. Y sumó: "Quienes lo vieron dicen que en el intento apurado de pasar de un andén a otro, en las vías del San Martín, se patinó con los mocasines. Entonces, un tren lo golpeó de costado y lo despidió fatalmente".
"Jamás vi llorar a un hombre del modo en que lo hizo papá en aquel rinconcito. Ni siquiera a Al Pacino durante la escena de la ópera en el final de El padrino III. Y lo de mamá (Marisa Mobaied), bueno... Lo de ella fue dantesco, inenarrable", cerró.