En 1973 "El Chavo del 8" llegaría a la televisión mexicana para revolucionar la pantalla chica y expandirse al mundo, entreteniendo a grandes y chicos. La reciente noticia de la interrupción inesperada del show, entristeció a millones de fanáticos que seguían las aventuras de la vecindad con cariño nostálgico. Y el revuelo que se generó ayudó a reflotar un dato que pocos conocían: la serie iba a terminar con la muerte de El Chavo, en un episodio que jamás salió al aire.
Las andanzas de los personajes generaron risas, llantos y alegrías compartidas durante varias generaciones. La salida brusca de la serie provocó un vacío en la televisión mundial, ya que varias empresas internacionales habían adquirido derechos para emitir el show. Roberto Gómez Bolaños, el creador de la serie y actor que encarnó a El Chavo, tenía planificado un cierre muy diferente al que se vio en pantalla.
En 1978, Bolaños confesó que pensaba terminar el show de una manera muy trágica y sorprendió al revelar que el guión ya estaba escrito. En el libreto que jamás salió, el protagonista moría al ser atropellado por un auto y el resto de los personajes lloraban su partida. El niño huérfano de la vecindad no podía encontrar una familia y su vida era arrebatada de manera shockeante.
Fue Graciela Gómez Fernández, la hija de Bolaños, quien frenó lo que hubiese sido una decepción total para los seguidores. Fernández, que era piscóloga, le pidió que recapacitara indicándole que el episodio podría ser devastador para muchos niños de la época. Al final, el querido creador dio marcha atrás y cerró la serie con un mensaje positivo.