Pareciera que se trata de ciencia ficción, pero la ambición del turismo espacial cada vez tiene más forma. La compañía Orbital Assembly Corporation anunció recientemente que en el año 2025 comenzará la construcción de la Estación Espacial Internacional que podría funcionar como hotel espacial a partir del día que albergue a su primer turista o visitante no profesional. Desde la organización, planean tener el hotel en órbita antes de finalizar la década.
El hotel incluirá habitaciones e instalaciones similares a las de cualquier hotel en la Tierra a excepción de la pileta y podrá albergar hasta 400 huéspedes. Dentro de sus instalaciones, los visitantes podrán disfrutar en restaurantes, spa, gimnasio, bibliotecas y hasta salas de cine. La construcción se levantará con un efecto de gravedad artificial, una solución tecnológica con la que pretenden superar el daño causado por la ingravidez en el organismo humano.
El hotel será bautizado como Voyager Station y tendrá un sistema de rotación circular. La estación–hotel completará una órbita alrededor de la Tierra cada 90 minutos. La idea, según OAC, es que el hotel esté formado por una serie de módulos individuales que estarán unidos a una rueda giratoria con tubos que conectan las diferentes áreas, formando una X.
El deseo de la Orbital Assembly Corporation es que el hotel esté operativo para el año 2027, pero todo depende de una colecta. Los dueños de la idea buscan conseguir 23,4 millones de dólares durante marzo. Por el momento, llevan recaudados 1 millón de dólares. Sin embargo, no han revelado aún cuánto costará su construcción, ni mucho menos cuánto costará hospedarse en sus habitaciones. Sin dudas, no será un viaje para nada barato.
La alianza entre Orbital Assembly Corporation y SpaceX
El proyecto no será ejecutado de manera independiente ya que contempla acoplarse con distintas naves espaciales, como la Starship de SpaceX, el proyecto multimillonario de Elon Musk, a fin de recibir y devolver a los pasajeros terrícolas.
La solución técnica para proporcionar gravedad artificial al hotel orbital tiene un siglo de historia y remite al legado del 'padre de cosmonáutica', el ingeniero ruso Konstantín Tsiolkovski, el primero que ideó la posibilidad de desplegar en el espacio una estación orbital habitable en forma de rosca o de anillo giratorio ya que así sería más fácil generar gravedad por la rotación, aprovechando la fuerza centrífuga.