Estudio revela qué pasa si sabés antes el sexo de un bebé durante el embarazo

Un estudio de la Universidad de Cambridge aseguró qué es lo que sucede cuando una familia sabe cuál es el sexo de un bebé en el transcurso del embarazo. 

02 de mayo, 2022 | 10.12

La ciencia avanza con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los seres humanos y de ampliar la esperanza de vida. En las últimas horas, se conoció que un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge llegó a la conclusión de qué es lo que pasa cuando se sabe antes el sexo de un bebé durante el transcurso del embarazo.

Según los científicos de la institución del Reino Unido, se descubrió que averiguar el sexo de un bebé durante el embarazo podría suponer mejores oportunidades en la vida. La nueva investigación sugiere que diseñar planes de tratamiento individualizados y animar a las mujeres embarazadas a realizar cambios en su estilo de vida en función del sexo de sus bebés por nacer podría tener beneficios para la salud de sus hijos a lo largo de toda su vida.

Por lo tanto, este nuevo descubrimiento le pondría fin de la tradición de esperar hasta el nacimiento del bebé para saber si es niño o niña. Además, los expertos indicaron que el sexo del feto puede afectar al funcionamiento de la placenta, junto con factores como la obesidad materna inducida por la dieta y el estrés, tras estudiar los embarazos en ratones de laboratorio, según publican en la revista Biology of Reproduction.

Un estudio asegura que saber antes el sexo del bebé tiene varias ventajas.

La doctora Amanda Sferruzzi-Perri, que pertenece al St John's College, explicó que, en muchos casos, "los padres no quieren saber el sexo del bebé porque quieren que sea una sorpresa". Sin embargo, señaló que "conocer el sexo ayudaría a identificar si un embarazo puede tener más riesgo que otro, porque sabemos que algunas condiciones del embarazo, como la preeclampsia y la restricción del crecimiento fetal", que "pueden ser más frecuentes en las mujeres que llevan bebés varones que en las mujeres".

Sferruzzi-Perri, que llevó a cabo la investigación con su equipo del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge en el Centro de Investigación de Trofoblastos, también advirtió: "No sabemos al cien por cien a qué se debe, pero podría estar relacionado con el hecho de que los bebés varones crecen más rápido dentro del útero. Así que puede ser que sus demandas de nutrientes y oxígeno suministrados por la madre a través de la placenta se limiten fácilmente, por lo que el bebé varón puede no estar recibiendo todo lo que realmente quiere y necesita para crecer a su máxima capacidad". "Es posible que su capacidad de resistencia al estrés o a las malas condiciones del embarazo sea menor que, por ejemplo, la de las hembras, que tienen menos necesidades", agregó.

Cómo responde la placenta en un embarazo normal de ratón a un feto femenino o masculino

De acuerdo a una investigación que realizó el equipo del Departamento de Fisiología, Desarrollo y Neurociencia de la Universidad de Cambridge, en el Centro de Investigación de Trofoblastos, se llegó a la conclusión de que un embarazo normal de ratón, la placenta funciona mejor con los fetos femeninos más ligeros que con los masculinos más pesados.

"La placenta tiene una habilidad asombrosa para cambiar su forma y su funcionamiento. Esto puede verse en múltiples niveles, desde la forma en que se forman las células en la placenta, sus genes y proteínas, hasta sus mitocondrias", especificó Sferruzzi-Perri. Y añadió: "Todo esto puede cambiar en respuesta a diferentes tipos de señales, ya sea en una madre que ha estado comiendo una dieta azucarada y grasosa, o en un embarazo en el que hay rivalidad entre los hermanos cuando hay más de un bebé, pero lo que creo que es probablemente el aspecto más novedoso es que la forma en que la placenta se adapta parece depender de si el bebé es niño o niña".

Por otra parte, los estudios demuestran la importancia de diseñar terapias específicas por sexo para la insuficiencia placentaria y las anomalías del crecimiento fetal, así como intervenciones o terapias personalizadas sobre el estilo de vida de las embarazadas obesas: "Los datos que hemos ido generando en el laboratorio nos han demostrado que hay que tener en cuenta el sexo del bebé a la hora de controlar un embarazo. Por tanto, tal vez los tratamientos deban adaptarse en función del sexo del bebé".

 

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