Las mandarinas en almíbar son una forma de conservar esta fruta de manera versátil y eficiente. Perfecta para acompañar postres, yogures o simplemente para disfrutar sola, esta receta de cocina es fácil de seguir y garantiza un resultado delicioso. Esta técnica permite disfrutar de frutas fuera de temporada y en la antigüedad, aseguraba que no se desperdicien los excedentes de las cosechas. Las mandarinas en almíbar no solo son deliciosas, sino que también reflejan una tradición culinaria que combina simplicidad y eficiencia.
A continuación, se detalla cómo hacer mandarina en almíbar en cinco pasos, además de algunas curiosidades sobre esta técnica de conservación.
Paso 1: Preparación de los ingredientes
Ingredientes necesarios
Para preparar mandarina en almíbar, se necesitan los siguientes ingredientes:
- 1 kilo de mandarinas
- 500 gramos de azúcar
- 1 litro de agua
- Opcional: canela en rama, clavo de olor, o una vaina de vainilla para darle un toque especial.
La calidad de los ingredientes es clave para obtener un buen resultado. Se recomienda usar mandarinas frescas y maduras para asegurar el mejor sabor.
Paso 2: pelar y elegir las mandarinas
Primero, se deben pelar las mandarinas y separar los gajos. Es importante retirar toda la parte blanca y las semillas para evitar un sabor amargo. Los gajos deben quedar lo más limpios posible para que el almíbar pueda penetrar adecuadamente.
Paso 3: Preparar el almíbar
En una olla grande, se mezcla el agua con el azúcar y se lleva a ebullición. Una vez que el azúcar se haya disuelto completamente, se puede agregar una rama de canela, un clavo de olor o una vaina de vainilla para añadir sabor, si se desea. Se deja hervir a fuego lento durante unos 10 minutos hasta que el almíbar espese ligeramente.
Paso 4: Cocinar las mandarinas
Los gajos de mandarina se añaden al almíbar y se dejan cocinar a fuego lento durante unos 5-10 minutos. El objetivo es que las mandarinas absorban el sabor del almíbar sin deshacerse. Se debe remover ocasionalmente con cuidado para evitar que los gajos se rompan.
Paso 5: Envasar y conservar
Una vez que las mandarinas estén listas, se deben transferir a frascos de vidrio esterilizados. Se vierte el almíbar caliente sobre las mandarinas, asegurándose de que los gajos queden completamente cubiertos. Los frascos se sellan herméticamente y se dejan enfriar a temperatura ambiente. Para una mayor duración, se pueden almacenar en el refrigerador o en un lugar fresco y oscuro.