La serie Máxima nos muestra el círculo íntimo de la reina de los Países Bajos y el papel fundamental que tuvieron sus amigas a lo largo de su vida. Desde su niñez en Argentina, pasando por su adaptación en Nueva York y su vida en Europa, las amigas siempre estuvieron presentes para Máxima Zorreguieta.
Paula Galloni, coautora de una de las biografías no autorizadas de Máxima, afirmó que sus amigas del Northlands, Florencia Di Cocco, Samantha Deane, Valeria Delger y Tristana Macció, fueron fundamentales en su vida. De hecho, dos de ellas fueron testigos de su boda con el ahora rey Guillermo Alejandro de Países Bajos.
Aunque algunas de sus amigas viven en Argentina y son las que visita cuando regresa al país, otras se sumaron a su mundo en Países Bajos. Máxima incluso se convirtió en "celestina" cuando una de sus mejores amigas del colegio estaba soltera, y así presentó a Samantha Deane con Frederik van Welderen, barón de Rengers, quien terminó cayendo rendido ante el encanto argentino.
La amistad entre Máxima Zorreguieta y sus amigas ha sido sólida a lo largo de los años. Samantha fue elegida como madrina de bautismo de la hija mayor de la pareja real, Amalia. Además, Graciela Rossetto, otra de sus amigas argentinas, se casó con Coen van Dijk, amigo de la infancia de Guillermo Alejandro, y hoy es una de las fotógrafas oficiales de la familia real
También Graciela Prosperi, otra de sus amigas argentinas, se sumó a su corte. Es la fundadora de Argentina Cultural Services, una agencia de comunicación intercultural, idiomas, relaciones públicas y proyectos de arte con enfoque en América Latina.
En la serie Máxima, basada en hechos reales pero con algunos datos novelados, se muestran momentos clave de la vida de la reina de Países Bajos, como su llegada a Estados Unidos y su adaptación en Manhattan. Aunque en la serie no se menciona, Zorreguieta tuvo varios meses sin empleo hasta que consiguió un trabajo en Credit Suisse.
Durante su vida en Nueva York, Máxima compartió departamento con dos argentinas, Victoria Goldaracena y María Frattini, quienes buscaban una nueva compañera de departamento. Vivían en el barrio de Chelsea, cerca del trabajo de Máxima en Credit Suisse.
Otra de las amigas importantes en la vida de Máxima Zorregueita es Valeria Delger, quien se dedica al turismo y durante muchos años promocionó la estancia Pilpilcura, hotel VIP en Río Negro de Máxima. Valeria, detalla la biógrafa, además de ser su testigo y acompañarla en los momentos más duros de su vida, como la muerte de su padre y su hermana Inés, fue quien trabajaba como contacto directo para hacer reservas en la estancia.
"Es donde fue Mauricio Macri con Juliana Awada mientras Máxima veraneaba ahí. Es una estancia que la refaccionó. Tuvo algunos problemas legales porque hicieron una refacción que no estaba permitida ni declarada, tampoco declararon que se alquilaba y lo administraba la tía de Máxima y hubo toda una interna", contó Galloni.
Impacto en la realeza por lo que hizo la hija mayor de Máxima Zorreguieta
Amalia de los Países Bajos, la princesa de 23 años que está destinada a convertirse en reina de su país, sigue destacando en su papel de heredera al trono. Recientemente, la hija mayor de Máxima Zorreguieta participó en un acto oficial en solitario en representación de la realeza neerlandesa, en el cual demostró su pasión por los caballos.
Amalia visitó el hipódromo de Duindigt, cerca de La Haya, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca a los jinetes que participarán en el desfile del Día del Príncipe, una fecha muy especial que se celebra el 17 de septiembre. Durante su visita, la heredera real pudo acariciar a los hermosos animales e incluso montar a caballo.
La hija mayor de la reina Máxima también tuvo un encuentro muy agradable con los escoltas de la Guardia Real, la Caballería y la Policía Nacional de los Países Bajos, quienes se están preparando para esta importante fecha. Amalia mostró su alegría y felicidad mientras recorría las caballerizas y conversaba con los comandantes, quienes le informaron sobre los entrenamientos que se realizan allí.
Amalia lució un look cómodo con pantalón vaquero azul oscuro, camisa beige de botones, zapatillas blancas de deporte y un abrigo de color marrón claro. Su largo y bonito cabello rubio estaba suelto, aunque lo recogió en forma de coleta cuando se puso el casco de seguridad para montar.
La heredera al trono de Países Bajos decidió hace unos meses que a partir del 1 de enero de 2025 comenzará a usar la asignación de 1,5 millones de euros anuales que le corresponden desde que cumplió la mayoría de edad, pero que hasta ahora no ha utilizado y que reembolsaba al Gobierno. Esta asignación pública servirá para sufragar los gastos derivados de su actividad institucional que contempla una secretaría y un fondo para poder vivir y trabajar de forma independiente.
De esta forma, la primogénita de Máxima Zorreguieta fortalece su papel dentro de la institución monárquica. En el último año, debutó en diferentes acontecimientos de especial relevancia, como una cena de Estado en la que ejerció como anfitriona junto a sus padres para el rey Felipe VI de España y la reina Letizia de España. También realizó su debut internacional en solitario al asistir a la cena de gala por el 18 cumpleaños del príncipe Christian de Dinamarca, en la que se encontró con otros miembros de la realeza europea.