La preocupación vuelve a recaer sobre la princesa Amalia de Países Bajos luego de que el presunto líder de una peligrosa mafia, Karim Bouyakhrichan, se fugó de la justicia. La hija mayor de Máxima Zorreguieta y heredera al trono ya había sido amenazada de secuestro y asesinato, lo que llevó a la policía holandesa a ordenarle abandonar sus estudios en Ámsterdam y regresar al Palacio Huis ten Bosch de La Haya. Sin embargo, con la fuga del criminal, las medidas de seguridad deberán reforzarse una vez más.
Según informó la Agencia EFE, el líder de esta organización criminal, buscado en Holanda por sus amenazas contra la princesa, logró escapar tras ser puesto en libertad provisional en Málaga. Hasta el momento, no se había decretado una orden de detención para su extradición. La conexión entre esta mafia y la princesa surgió cuando descubrieron que otro cabecilla, Ridouan Taghi, había mantenido correspondencia con un cómplice, quien asesinó a un cineasta holandés en 2004.
Karim Bouyakhrichan, considerado uno de los delincuentes más buscados y peligrosos de Países Bajos, fue detenido en España por presunto blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. A pesar de reconocer el riesgo de fuga, la Audiencia Provincial de Málaga acordó su libertad provisional. Bouyakhrichan es hermano de Samir Bouyakhrichan, también vinculado a la Mocro Mafia y asesinado en Málaga en 2014.
La princesa Amalia pudo contar con el apoyo de Felipe VI y la reina Letizia durante su estancia en Madrid, durante 2023, para alejarse de las amenazas. De hecho, el rey Guillermo Alejandro agradeció públicamente el papel de los monarcas españoles y de todos aquellos que ayudaron en esta difícil situación. Ahora, con la fuga del líder de la mafia, Amalia deberá enfrentar un futuro preocupante y es probable que deba regresar al Palacio Real hasta que la situación se calme.
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La seguridad de la princesa Amalia sigue siendo una prioridad. Y aunque se mudó a una residencia de estudiantes en Ámsterdam para llevar una vida normal, la situación actual puede cambiar sus planes. Las autoridades holandesas y españolas trabajan arduamente para garantizar la protección de la heredera al trono. Solo el tiempo dirá cómo evoluciona esta situación de riesgo para la princesa Amalia.
Días atrás, la heredera al trono de 20 años habló sobre el tiempo que pasó en la capital española. "Estoy muy agradecida a todos los que hicieron eso por mí", señaló en declaraciones a NOS (Nederlandse Omroep Stichting), la televisión pública de los Países Bajos. "Estoy feliz de estar de vuelta, pero, efectivamente, allí pude encontrar un poco más de libertad de la que podía tener aquí en Países Bajos", añadió.
Se filtraron las condiciones del divorcio entre Máxima Zorreguieta y el rey Guillermo
En una nueva revelación sobre la vida de la reina Máxima de Países Bajos y el príncipe Guillermo Alejandro, se dio a conocer que la reina firmó un acuerdo prenupcial cuando contrajo matrimonio en el 2002. En medio del revuelo que causó el estreno de la serie Máxima, salieron a la luz las condiciones que aceptó la argentina antes de formar parte de la realeza.
El libro Máxima, una historia real, escrito por los periodistas Soledad Ferrari y Gonzalo Álvarez Guerrero, revela los detalles de la vida conyugal de Máxima y Guillermo Alejandro, así como las cláusulas en torno a un posible divorcio. La reina de Países Bajos aceptó estas condiciones al momento de casarse, sabiendo que las reglas de la realeza son inamovibles.
En caso de que Máxima Zorreguieta y Guillermo Alejandro se divorcien, la reina recibiría una suma de 890.000 euros anuales por parte de la Corona de Países Bajos. Sin embargo, perdería sus bienes y la posibilidad de vivir con sus hijos, tal como se acordó en el momento de contraer matrimonio. Pues en caso de producirse el divorcio, no existirían los bienes conyugales y sus hijos deberían permanecer en el seno del Palacio.
Estas revelaciones muestran una vez más las diversas limitaciones y normas que los miembros de la Corona deben cumplir, así como las decisiones complicadas que deben tomar en torno a su matrimonio. Aunque la vida de la realeza puede tener aspectos privilegiados, también implica sacrificios y renuncias.
La historia de Máxima y Guillermo Alejandro es solo una muestra más de los desafíos a los que se enfrentan aquellos que se casan con miembros de la realeza. Algunos deciden ir en contra de estas imposiciones, como fue el caso de Lady Di o Meghan Markle y el príncipe Harry. Otros, como Máxima Zorreguieta, aceptan estas condiciones sabiendo que forman parte de una gran tradición.
La vida conyugal de Máxima y Guillermo Alejandro está marcada por un acuerdo prenupcial y la inevitabilidad de seguir las reglas de la realeza. Aunque para muchos pueda resultar difícil de comprender, es una realidad que forma parte del mundo en el que ellos viven.
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