Diego Cortés jugó un Superclásico de verano y estuvo cerca de firmar con el Boca Juniors de Carlos Bianchi en el 2001 pero su carrera futbolística se cortó antes de lo esperado cuando en el 2006 sufrió un terrible accidente que lo dejó parapléjico. De todos modos, pese a su limitación física el "Chino" no se siente menos que nadie y reveló datos inéditos sobre su historia de vida en un reportaje reciente.
Criado en el departamento colombiano de Quindío, Diego Cortés nunca se acercó al pujante negocio de los cárteles de droga que resplandeció en la Colombia de los años 80 y 90. En el municipio de Armenia, Cortés rápidamente encontró el amor por la pelota como su principal aliado para desarrollarse como persona y también como profesional. El departamento del que el cafetero es oriundo tiene otro reconocido futbolista que lo emparentó con Boca Juniors: Jorge El Patrón Bermúdez.
Pero en la vida de Cortés nada fue fácil, ya que además de jugar tenía que trabajar para ayudar a mantener el hogar, trabajo compartido por él mismo y su madre. Después de pruebas en Millonarios e Independiente Medellín, su sueño de ser futbolista profesional parecía alejarse hasta que probó suerte por última vez en Deportes Quindío, que gracias a una buena actuación suya lo seleccionó. Fue en ese club donde lo vio el padre del Patrón Bermúdez, quien se lo recomendó a su hijo, que terminó comprándolo al club cafetero.
El accidente que lo dejó en silla de ruedas
Después de no quedar en Boca por un problema entre Mauricio Macri y el Patrón Bermúdez, Cortés terminó jugando en Liverpool de Uruguay, que en ese momento estaba en la segunda división del campeonato oriental. En el 2006 fue campeón con Deportivo Pasto a sus 30 años, por lo que recibió ofertas de clubes como Argentinos Juniors, Nacional de Medellín y Peñarol de Uruguay que buscaron contratarlo, pero en su club no lo vendieron porque iban a enfrentar la Copa Libertadores. Pero ese mismo año, después de un partido con Once Caldas en el que fue la figura, su vida cambió para siempre.
Cortés junto con un grupo de compañeros fueron a hacer tirolesa a un lugar entre montañas. "Ya nos volvíamos y decidí tirarme por sexta y última vez. En Pasto, Nariño, hay mucho viento. Se me frenó el cable, pero sabía cómo deslizarme", comenzó relatando el ex futbolista. A falta de unos 10 metros, Cortés empezó a sufrir calambres en las piernas y no se había dado cuenta que con el movimiento el arnés se había soltado. "Caí de espaldas 20 metros y me partí en dos", definió con crudeza el tremendo momento.
Como el club no estaba pagando, no lo pudieron operar en la primera clínica a la que llegó, ni a la segunda. Fue un hincha que era gerente de una empresa de salud quien auspició su cirugía, que costaba entre 30 y 40 mil dólares. "Vi un túnel blanco en la cirugía. Dicen las enfermeras y el anestesiólogo que me dio un paro respiratorio y estuve más de 40 segundos muerto", sumó el colombiano de forma estremecedora.
Su llegada a Boca y el debut en el Superclásico
Cortés viajó a Argentina a principios del 2001 junto con Mauricio Chicho Serna, Oscar Córdoba y el propio Bermúdez, para hacer una prueba en Boca, y hasta con el aval de Carlos Bianchi que ya lo había visto en varios videos. Mientras se resolvía su contrato inclusive se dio el lujo de jugar unos minutos del Superclásico de verano que se disputó en Mendoza. "El estadio lleno, inundado con los colores azul con amarillo y rojo con blanco. Uno piensa '¡guau, quiero jugar este partido!'. Bianchi me mandó a calentar y entré en el segundo tiempo", comenzó relatando Cortés.
El colombiano recordó que en ese momento Ariel Burrito Ortega estaba jugando muy bien y que la indicación del entrenador fue que lo parara. Un pedido particular para un hombre que se define como "agresivo como Chicho Serna". "Yo llegué y pam, lo lesioné. 'Ey, boludo, no te hagas expulsar que no te pedí eso yo', me gritó Bianchi", recordó divertido Cortés, que entró como volante de marca a pesar de que su posición era más bien por el lateral.