Antonio Ríos es uno de los cantantes de cumbia más reconocidos del país. El autor del clásico Nunca me faltes también tuvo una historia con el fútbol, aunque trunca. Una historia que hoy se arrepiente de no haber intentado continuar. "¡Qué bolu...!", repitió al recordar que no continuó en el deporte porque le parecía "un quilombo" lo que le pedían en aquel momento.
La posibilidad, cierta, de Ríos de llegar a primera fue cuando tenía solo 18 años. El cantante rememora que había acompañado a su hermano mayor a probarse en Racing. Él no pensaba participar de la prueba, pero la insistencia de sus amigos y la curiosidad del DT lo pusieron en la cancha aunque ni siquiera había llevado sus botines. Terminó haciendo tres goles.
Ante su excelente desempeño, los ojeadores de la Academia le preguntaron si ya había jugado para otro club. La respuesta del Maestro fue afirmativa: "Estoy en El Porvenir desde los 14". En ese momento, Ríos jugaba en la Cuarta división del club de Gerli y era el goleador de la categoría. Cuando el ahora cantante fue a explicarle lo que había pasado, la directiva del Porve le respondió que no lo iban a largar. La solución era que Racing mandara una carta formal y se sentaran a charlar para hacer el pase.
Al Maestro no lo convenció todo el trámite que tenía que hacer para llegar a Racing, ya que le pareció "un quilombo" y prefirió abandonar el fútbol. Una decisión que podría haberlo condenado pero que pudo revertir con una muy exitosa carrera en la música. Sus días en aquella época eran largos: a la mañana trabajaba en una curtiembre, después se iba a entrenar, cuando terminaba en el club iba a vocalización y por último iba a lo de su novia.
El fútbol le hubiese reclamado un sacrificio aún mayor, aunque a la distancia se arrepiente de no haber aguantado para irse a Racing y, tal vez, forjar una carrera futbolística, el sueño de millones de argentinos.
El partido fallido con Maradona
A pesar de esto, siguió jugando con amigos o en algún torneo en su barrio, Villa Fiorito. Ahí fue que casi juega contra Diego Maradona, pero su equipo decidió no presentarse cuando supieron que iba a jugar ese pibe de rulos del que ya hablaban todos: "¿para qué ibamos a jugar? ¿para perder plata?".
De todos modos, Antonio Ríos se convirtió en uno de los músicos argentinos más reconocidos en su género por participar en conjuntos como Green, Sombras y Malagata. Pero el éxito absoluto tanto en Argentina como en otras partes del mundo llegó cuando lanzó como solista uno de los hits que no solo explotó en el ambiente musical sino que también llegó a todas las canchas del país: "Nunca me faltes".