En Estados Unidos aseguran que la próxima temporada de huracanes de este año podría sér récord. Las temperaturas del agua inusualmente cálidas en el océano Atlántico y en el Caribe llaman la atención de la Administración Nacional Océanica y Atmosférica. De hecho, ya se mantienen alerta ante una respuesta de emergencia efectiva. Sin embargo, la aparición del coronavirus genera un nuevo grado de problemática.
Los expertos afirman que la pandemia está poniendo a prueba a quienes se encargan de llevar tranquilidad a la población en este aspecto. De hecho, los meteorólogos han predicho que podrían ocurrir ocho o más huracanes (cifra que se le atribuye a lo cálido de la masa océanica).
"En este momento estamos en medio de la respuesta de COVID-19. Ninguno de nosotros está realmente seguro de cuánto tiempo va a durar y cómo y cómo la respuesta va a ser diferente, digamos, dentro de dos meses, dentro de seis meses, etcétera", manifestó Jeffrey Talley, Teniente General retirado del Ejército de los Estados Unidos, en diálogo con Newsweek.
Afirman también que la pandemia podría complicar la forma de responder frente a un huracán, interrumpiendo el flujo de suministros de emergencia a las zonas que los precisan realmente con urgencia.
El distanciamiento social y el hecho de continuar en los hogares también son un problema para los norteamericanos: ¿cómo podrían evacuar a la población en caso de que ocurra un desastre natural? Por lo pronto, la temporada de huracanes del océano Atlántico en Estados Unidos dura desde principios de junio hasta finales de noviembre.