Un meteoro atravesó en la madrugada de este jueves el cielo de varias ciudades de la provincia de Mendoza pero también se pudo apreciar en Santiago de Chile y territorios cercanos a la capital. El fenómeno iluminó por unos segundos la noche en ese punto geográfico para terminar su descenso sobre la Cordillera de los Andes.
Fue un usuario de Twitter chileno el que compartió en su cuenta un video del bólido que caía sobre la localidad de Peñalolen Sur, una comuna del este de Santiago de Chile. “Vista de meteorito sobre Chile, gracias a cámaras de Ledrium (una empresa de Internet trasandina)”, escribió Felipe V. Curico en su publicación.
En la espectacular imagen, se ve a la distancia la citada localidad por la noche, con todas sus luces encendidas, cuando de pronto por el cuadrante superior izquierdo aparece una bola blanca luminosa que en un momento estalla y se expande hasta iluminar todo el cielo para después languidecer hasta desaparecer en el horizonte.
Las repercusiones del meteoro
La imagen deslumbrante del objeto que resplandece en el firmamento sobre la cordillera de los Andes se viralizó rápidamente, y fueron varios los medios argentinos y chilenos que la reprodujeron.
“Estamos en presencia de un fenómeno natural muy bonito, muy llamativo y muy vistoso. Hay que tener mucha suerte para estar en el lugar adecuado, en el instante preciso para poder ser testigo”, dijo el académico del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción, Dr. Ricardo Demarco López, al sitio oficial de ese centro de altos estudios.
“Se trata de la caída de un bólido, un cuerpo sólido y rocoso que andaba dando vueltas en el espacio y que en su trayectoria se encontró con nuestro planeta y cayó atraído por la gravedad de la tierra y, al venir a alta velocidad, la fricción con la atmósfera terrestre hace que este cuerpo se caliente y se desintegre”, explicó el astrónomo.
Demarco López estimó que, por el tamaño que parecía tener el bólido, podría tratarse de un meteoro. Y en esa misma línea va el astrónomo e investigador del Departamento de Astronomía de la misma universidad, Sando Villanova, quien calculó que, por tratarse de una piedra chica, se debe hablar de un meteoro. “Probablemente la bola de fuego era del tamaño de una piedra chica, que por su velocidad, al entrar a la atmósfera, se incendia, alcanza temperaturas muy altas, de miles de grados y se evapora completamente”.
Es decir, cuando no quedan ni rastros del bólido sobre la tierra, se trata de un meteoro. En cambio, si el elemento que atraviesa el cielo “es un poco más grande, como del tamaño de una pelota de fútbol, y alcanzan a sobrevivir la atmósfera terrestre y llegar hasta la tierra, entonces debemos hablar de un meteorito”, añadió