Uno de los satélites que se halla en Júpiter cuenta con un océano interior debajo de su superficie helada. Afirman que "podría ser capaz de sostener vida", y esta es una teoría que se respaldó con un nuevo estudio desarrollado por científicos de la NASA.
A su vez, el equipo responsable de esta misión calculó que el agua disponible en Júpiter se podría haber formado por la descomposición de minerales. Esto se debe a dos posibles factores: las fuerzas de la marea o un proceso denominado desintegración radioactiva.
Los resultados, que todavía no fueron sometidos a revisión por parte de otros expertos y que pueden tener implicaciones para otras lunas del Sistema Solar, fueron presentados en la Conferencia Goldschmidt (reunión anual e internacional sobre geoquímica, que en este año se realizó en forma virtual).
Europa, el satélite mencionado en este artículo, posee un diámetro de 3.100 kilómetros. Es un tanto más chico que el de nuestra Luna, y órbita Júpiter a 780 millones de kilómetros del Sol. La temperatura de este lugar nunca es mayor a -160 grados, mientras que la de su océano subterráneo aún no ha sido descubierta.
Esta es una de las lunas más grandes del Sistema Solar. De hecho, los científicos sostienen que (al momento de sobrevolarla) la corteza superficial helada flota en un océano subterráneo cuyo origen y composición aún no fueron develados en su totalidad.