La NASA lleva a cabo un emocionante proyecto en colaboración con una empresa de desarrollo tecnológico para revolucionar los viajes espaciales y acortar el tiempo de llegada a Marte. Según la agencia espacial, este nuevo sistema de propulsión podría llevar a los humanos al Planeta Rojo en tan solo dos meses, en comparación con los nueve que se demora en la actualidad.
El programa Conceptos Avanzados Innovadores (NIAC) de la NASA seleccionó seis proyectos prometedores para su financiamiento y desarrollo adicional. Estos incluyen un sistema de ferrocarril lunar, telescopios basados en fluidos y un cohete de plasma pulsado, entre otros. Estos avances podrían hacer posible un viaje más rápido y eficiente hacia Marte.
La compañía Howe Industries, con sede en Arizona, estuvo a cargo del desarrollo de este innovador sistema de propulsión. Su cohete de plasma pulsado utilizó la fisión nuclear para generar paquetes de plasma que impulsaron la nave espacial. Con este nuevo sistema, el cohete generó hasta 22.481 libras de fuerza (100.000 Newtons) con un impulso específico de 5.000 segundos, lo cual representa una notable eficiencia en el consumo de combustible.
La fisión nuclear para la propulsión espacial ha sido una idea recurrente, pero ahora la NASA desarrolló una nueva versión del cohete de plasma pulsado que es más pequeña, simple y accesible. La agencia espacial espera que su alto nivel de eficiencia permita completar las misiones tripuladas a Marte en solo dos meses, en lugar de los nueve meses actuales que se necesitan para llegar al Planeta Rojo.
Esto no solo acortaría significativamente el tiempo de viaje, sino que también reduciría la exposición de los astronautas a la radiación espacial y a la microgravedad, minimizando sus efectos en el cuerpo humano. Además de su velocidad, el cohete de plasma pulsado también podría transportar naves espaciales más pesadas, lo que permitiría llevar a bordo sistemas de protección contra los rayos cósmicos galácticos.
La fase 2 del programa NIAC se enfocó en analizar la interacción de la nave espacial con el plasma, diseñar la nave y los sistemas necesarios, evaluar las capacidades de las boquillas magnéticas y determinar las trayectorias y beneficios de este novedoso sistema de propulsión.
Se supo cuál es el plan de la NASA ante la llegada de un asteroide apocalíptico
La NASA evaluó cuidadosamente sus planes de contingencia en caso de un evento cósmico catastrófico. El doctor Kelly Fast, experto en defensa planetaria, señaló la importancia de detectar y monitorear asteroides peligrosos antes de que representaran una amenaza real para nuestro planeta. Según él, es "fundamental encontrar estos cuerpos celestes antes de que nos encontraran a nosotros y estar preparados para intervenir si fuera necesario".
La Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA se comprometió en la búsqueda de posibles asteroides que pudieran suponer una amenaza para la Tierra. Mantener una vigilancia constante del espacio era crucial para prever cualquier riesgo y tomar medidas proactivas para proteger nuestro planeta.
El Dr. Fast explicó que si se identificaba una amenaza de impacto de asteroide con años o décadas de anticipación, existía la posibilidad de llevar a cabo una misión de desviación. Sin embargo, enfatizó que la prioridad era detectar y monitorear estos asteroides de manera efectiva.
En caso de que se confirmara una amenaza de impacto, la NASA emitiría una notificación oficial, primero dirigida al gobierno del país afectado, antes de informar a nivel global y comunicarlo a las Naciones Unidas. Según los protocolos actuales, si el asteroide se encontraba a años de distancia, se intentaría desviarlo. Sin embargo, si el plazo era de menos de cinco años antes del impacto previsto, se consideraría la opción de destruir el asteroide en lugar de intentar desviarlo.
En el 2022, la NASA llevó a cabo la misión Prueba de Redirección de Doble Asteroide (DART), en la que impactó un asteroide en el espacio profundo. Esta prueba tenía como objetivo probar la eficacia de la tecnología para desviar asteroides peligrosos antes de que representaran una amenaza para la Tierra. Los resultados fueron prometedores y demostraron que era posible reducir la órbita de un asteroide en caso de un impacto inminente.
Durante la misión, la nave DART chocó intencionalmente con el asteroide Dimorphos, una luna de un planeta menor conocido como Didymos. Aunque Dimorphos no representaba una amenaza en ese momento, este experimento demostró la capacidad de desviar la órbita de un objeto espacial. El asteroide se encontraba a unos 11 millones de kilómetros de nuestro planeta en el momento del impacto, asegurando la seguridad terrestre durante el experimento.
Los resultados del experimento DART fueron alentadores, ya que lograron reducir la órbita de Dimorphos en un tiempo significativo. Aunque el objetivo inicial era reducir la órbita en 73 segundos, el impacto de la nave DART logró acortarla en 32 minutos, mostrando el éxito de la tecnología espacial para mitigar el riesgo de impacto de asteroides.