Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno -sin contar a Plutón desde hace unos años- son los planetas conocidos del sistema solar, pero la posibilidad de un planeta 9 es objeto de numerosos estudios y debate entre los astrónomos. En los últimos días, un equipo de astrónomos, comandado por Konstantin Bogytin, hizo un descubrimiento determinante en la carrera por encontrar pruebas que determinen la existencia del llamado Planeta Nueve, un planeta oculto en el Sistema solar. Los detalles del hallazgo que podría darle cierre a uno de los misterios más grandes que tienen quienes estudian el espacio exterior.
Según el descubrimiento de Bogytin este supuesto Planeta Nueve estaría influyendo en el comportamiento de objetos transneptuanianos (TNO), localizados más allá de Neptuno, en la región más alejada del sistema solar, a más de 250 veces la distancia de la Tierra al Sol, tal como informó el medio AOL. “La evidencia estadística más sólida hasta el momento", señaló Bogytin, para referirse a las órbitas inusuales que fueron descubiertas a través de la observación minuciosa.
Aunque los investigadores señalaron que hay otras hipótesis que podrían explicar la órbitas alternas de los objetos distantes, la idea del Planeta Nueve se erige como la explicación más razonable. Para Bogytin la construcción del Observatorio Vera C Rubin, en Chile, será clave para continuar los estudios: "Se comprenderá mejor la existencia o no del Planeta Nueve”.
La teoría que dice que el Planeta Nueve sería un agujero negro
En 2020 investigadores de la Universidad de Harvard publicaron un artículo que explora la posibilidad de que nuestro sistema solar sea el hogar de un pequeño y antiguo agujero negro. Los científicos comenzaron a tomar en serio el Planeta Nueve hace varios años cuando los investigadores de Caltech publicaron evidencia convincente de que algo había empujado las órbitas de muchos Objetos del Cinturón de Kuiper (KBO) para alinearse.
Durante décadas, el sistema solar tuvo nueve planetas oficiales, pero Plutón fue expulsado del club y cambiado al estado de enano. Los astrónomos sintieron que esa era la única conclusión lógica después de aprender más sobre otros objetos parecidos a Plutón en el Cinturón de Kuiper. El equipo sugirió que un pequeño gigante gaseoso de aproximadamente diez veces la masa de la Tierra podría hacer el truco, pero nadie ha podido confirmar que tal planeta exista todavía.
En este marco, el profesor de Harvard Avi Loeb y el estudiante universitario Amir Siraj sostuvieron que un pequeño agujero negro también explicaría el efecto en los KBO. Sin embargo, este no sería su agujero negro de masa estelar común sino un hipotético agujero negro primordial. En la actualidad, los agujeros negros solo se forman cuando las estrellas agotan su combustible nuclear y colapsan en una singularidad, pero en el universo primitivo, los científicos especulan que las regiones del espacio de alta densidad podrían haber formado singularidades más pequeñas sin comenzar como una estrella.