Las estrellas enanas rojas abundan en la galaxia. Más pequeñas y menos brillantes que el Sol, estas estrellas permiten que planetas rocosos y similares a la Tierra tengan el tiempo suficiente como para desarrollar vida. Un grupo de científicos españoles descubrieron una nueva "supertierra" orbitando alrededor de una estrella enana roja que se encuentra a tan solo 36 años luz de nuestro planeta, que tiene una masa aproximada de tres masas solares y un radio de 1,4 radios terrestres.
La estrella enana roja que el expertos del Instituto de Astrofísica de Canarias estudiaron se llama GJ 740 y según los investigadores habría dos planetas en el sistema. Mientras uno es tres veces más grande que la Tierra, el otro tendría el tamaño de Saturno, es decir unas 100 masas terrestres y orbita a la estrella enana cada 9 años. De todos modos, todavía se necesitan más datos para saber si se trata de un planeta ya que su señal de velocidad radial podría deberse al ciclo magnético de la estrella.
En el caso de la "supertierra" rocosa, el exoplaneta orbita a su estrella en un período de 2,4 días. "La masa y el período sugieren un planeta rocoso, con un radio de alrededor de 1,4 radios terrestres" aseguró Borja Toledo Padrón, uno de los autores del artículo publicado en la revista científica Astronomy & Astrophysics. Se habla de "supertierra" para referirse a planetas extrasolares que poseen una masa de entre una y diez veces la masa de la Tierra, y de 1,25 a 2 veces el radio de nuestro planeta. "Nos encontramos frente al planeta con el segundo periodo orbital más corto alrededor de este tipo de estrella", agregó el mismo Toledo Padrón.
De todos modos, esta nueva "supertierra" podrá seguir siendo estudiada en futuras investigaciones mediante el satélite TESS, del programa Explorers de la NASA, y también a través de las nuevas generaciones de telescopios de gran diámetro, a finales de esta década. Otra forma que los expertos encontraron para descubrir la existencia de exoplanetas es una técnica conocida como velocidad radial. La misma se basa en la detección de sutiles variaciones en la velocidad de una estrella por la atracción gravitacional de un planeta en órbita a su alrededor, mediante observaciones espectroscópicas.
En 1998 se conoció la primera señal de velocidad radial de un exoplaneta alrededor de una estrella fría, y desde entonces se descubrieron un total de 116 exoplanetas alrededor de esta clase de astros y con este particular método de búsqueda. “La principal dificultad de este método está relacionada con la intensa actividad magnética de este tipo de estrellas, que pueden producir señales espectroscópicas muy similares a las debidas a un exoplaneta", detalló otro investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias.