DART: la primera misión de la NASA para desviar un asteroide y salvar la Tierra

La agencia espacial estadounidense realizará una prueba de defensa planetaria contra dos gigantescos asteroides.

05 de marzo, 2021 | 16.05

El espacio está lleno de cuerpos rocosos en movimiento. Hasta ahora no ha habido un asteroide que comprometa realmente a la humanidad pero, aun así, la NASA no esperará hasta que lo haya para probar su primera misión de defensa planetaria contra ellos. Por eso mismo, este 2021 se lanzará la primera gran prueba con el fin de desviar la trayectoria de un singular sistema de asteroides: Didymos.

DART contra Didymos, la batalla inicial

Didymos es un sistema compuesto por dos rocas. El principal mide 780 metros de ancho y está acompañado de lo que se ha llamado su luna, Dimorphos, el cual posee un tamaño de 160 metros. Ambos están ingresando al límite de los 0.05 unidades astronómicas, lo que para la NASA significa que son “potencialmente peligrosos”.

DART, la misión de la NASA que buscará desviar un asteroide potencialmente peligroso

Por lo mismo, la agencia espacial norteamericana presentó con anterioridad la misión Double Asteroid Redirection Test (DART), el cual se centra en una nave que buscará impactar directamente contra Dimorphos a una velocidad de 23,700 km/h en el espacio para cambiar la órbita y la velocidad del cuerpo.

Los plazos están dados. Aunque primero se buscaba que la DART salga lanzado de un cohete Falcon 9 de SpaceX en julio del 2021, ahora lo hará entre noviembre de 2021 y febrero de 2022.

Esta decisión, en parte, se debe a los desafíos técnicos asociados con dos componentes de misión crítica: el generador de imágenes Didymos Reconnaissance y Asteroid Camera for Optical-navigation (DRACO), que debe reforzarse para garantizar que resista el estrés del lanzamiento, y los paneles solares (ROSA), que se están retrasando debido a los impactos en la cadena de suministro que resultan, entre otros motivos, de la pandemia de COVID-19. Su llegada a Dimorphos está prevista para setiembre de 2022.

Hera, una nave espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) observará los efectos del impacto y podría sufrir las consecuencias. Lo mismo puede pasar con muchos satélites artificiales que orbitan la Tierra.

La Tierra recién vería la lluvia artificial de meteoros en un mínimo de 15 a 30 días o incluso más de dos años. La mayoría de estos retazos del asteroide y DART se desintegraría al entrar a la atmósfera.

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