La calidad de la piel y el bienestar general no solo dependen de los productos de belleza, sino también de una alimentación equilibrada. Por ejemplo, un tipo de pescado es una excelente fuente de colágeno, una proteína esencial para mantener la piel radiante, además de ser rica en omega-3, lo que aporta beneficios para diversos procesos del cuerpo.
Los pescados, en particular la sardina, ganaron popularidad en la alimentación debido a su contenido de colágeno marino. Según WebMD, su consumo está asociado con ventajas como retrasar algunos signos de envejecimiento, como arrugas, problemas en las articulaciones y debilidad.
El centro médico Cleveland Clinic consultó a Julia Zumpano, una dietista registrada, quien destacó la sardina como un alimento especialmente beneficioso para incluir en la dieta. Según Zumpano, las sardinas son "una maravillosa fuente de ácidos grasos omega-3, se capturan en la naturaleza y son económicas".
Además, se destaca que las sardinas proporcionan 2 gramos de omega-3 saludables para el corazón por porción de 85 gramos, uno de los niveles más altos entre los pescados. También contienen bajos niveles de mercurio, siendo una excelente fuente de calcio y vitamina D, lo cual beneficia la salud ósea.
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La sardina también se distingue por ser una excelente fuente de vitamina B-12, ideal para el sistema cardiovascular y la energía, y una notable fuente de calcio, adecuada para quienes son intolerantes a la lactosa, alérgicos a los lácteos o necesitan un aporte adicional en su dieta. Además, es rica en minerales beneficiosos como niacina, hierro, potasio, magnesio, zinc y fósforo.
De acuerdo a un artículo publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las sardinas pueden "considerarse un alimento funcional y coadyuvante en el manejo de enfermedades cardiometabólicas con fondo proinflamatorio”.
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En este sentido, las sardinas son una fuente importante de ácido graso omega-3, calcio, potasio, magnesio, zinc, hierro, taurina y arginina, componentes esenciales para modular la inflamación y el estrés oxidativo relacionados con el sistema cardiovascular, así como participar en las funciones cardiomiocíticas y hemodinámicas.
Es importante tener en cuenta que, al igual que las frutas y verduras, las sardinas y otros pescados grasos pueden contener contaminantes como mercurio, dioxinas, bifenilos policlorados (PCB) o residuos de pesticidas. También se debe estar atento al contenido de sodio en los productos enlatados, por lo que se recomienda su consumo de forma esporádica y preferir el producto al natural.
Beneficios del colágeno natural en la piel
El cuidado de la piel es esencial para mantenerla en buen estado, ya que es el órgano más grande y expuesto del cuerpo. Según el Instituto Mayo Clinic, a partir de los 40 años, el cuerpo comienza a reducir la producción de colágeno, lo que afecta su elasticidad y firmeza. Por este motivo, es crucial tomar medidas para contrarrestar este proceso.
En este sentido, la inclusión de ciertos alimentos en la dieta puede ayudar a nutrir la piel con colágeno. Un ejemplo de ello es el azafrán, una especia con diversas propiedades beneficiosas. Originaria de la antigua Grecia, el azafrán era utilizado para estimular la libido, mejorar el estado de ánimo y potenciar la memoria. Con el paso del tiempo, se descubrieron más beneficios en esta especia, como su poder antiinflamatorio, capacidad para regular el apetito, aporte de antioxidantes y, sobre todo, su capacidad para estimular la producción de colágeno. De esta manera, el azafrán contribuye a mantener la piel saludable, disminuyendo la aparición de arrugas.
La Revista de Investigación en Ciencias Médicas, perteneciente a la Universidad de Ciencias Médicas de Isfahan, publicó un estudio que confirma todas estas propiedades del azafrán. Además, destaca su importancia en la reducción de los niveles de azúcar en la sangre, lo cual resulta beneficioso para las personas que padecen diabetes. Aunque el estudio resalta la utilización de cápsulas de extracto de azafrán, es importante mencionar que esta especia puede ser fácilmente incorporada a la dieta diaria, lo que permite disfrutar de sus beneficios para la piel y la salud en general.
En conclusión, el azafrán se presenta como un aliado natural para el cuidado de la piel, gracias a su capacidad para estimular la producción de colágeno y su impacto positivo en la salud en general. Incluir esta especia en la alimentación puede ser una decisión beneficiosa para mantener una piel radiante y saludable.