Las harinas en la Argentina son un verdadero clásico. Y mucho más si se trata de facturas, una de las comidas preferidas por millones de personas de todo el territorio. Las mismas se suelen comer por la mañana o por la tarde, en la hora del desayuno o de la merienda. Pese a que son ingeridas por millones de personas, lo cierto es que el nombre de cada panificado esconde un curioso significado.
Aunque muchos y muchas no lo sepan, la variedad de facturas se disparó a partir de 1887, precisamente el 4 de agosto, cuando los panaderos crearon el primer sindicato de obreros panaderos. Impulsado por Errico Malatesta y Ettore Mattei, se creó un espacio para defender los derechos de los panaderos, quienes buscaban más derechos laborales. "Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos", se bautizó al sindicato.
A partir de una huelga que duró más de diez días, se fabricaron facturas con diversas formas y nombres: cañoncitos, vigilantes, libritos, sacramentos, bolas de fraile o suspiro de monja y cremonas, entre otras. Finalmente, en 1957, el Congreso Nacional estableció que cada 4 de agosto se celebre el Día Nacional del Panadero.
Los significados de cada factura
Cañoncitos
Esta factura lleva un relleno de pastelera o de dulce de leche y suele estar espolvoreado con azúcar impalpable, haciendo alusión a los cañones del Ejército. Algunas veces suele ser bañado en chocolate.
Vigilantes
Su nombre en el panificado se trata de una burla contra las fuerzas policiales. En algunos casos suelen llevar membrillo o crema pastelera.
Medialunas
Se trata de una blasfemia contra el Islam. En 1529, Viena estaba sitiada por ejércitos turcos, por lo que los trabajadores de panaderías tomaron como referencia la media luna musulmana que flameaba en las banderas del campamento enemigo y moldearon dicha forma. Se suele afirmar que la gente del pueblo solía asomarse por las murallas de la ciudad para mostrarle a los soldados turcos cómo comían las medialunas, en señal de protesta y provocación.
Libritos
Este panificado hace referencia a un instrumento fundamental de la educación.
Sacramentos
Son las facturas que tienen relleno de membrillo, su nombre es una crítica a la Iglesia Católica.
Bolas de fraile o Suspiro de monja
Los panaderos de 1888 bautizaron a la factura como "bolas de fraile" o "suspiro de monja" para ironizar sobre los curas y las monjas. Esta factura suele estar rellena de dulce de leche o crema pastelera.
Cremonas
Por un lado, muchos creen que la misma representa a una fila pegada de letras "A" como símbolo del anarquismo. Sin embargo, también hay quienes aseguran que tiene que ver con que la persona que lo creó fue un italiano inmigrante de Cremona, ciudad de la región de Lombardía (Italia).