El Observatorio Europeo Austral (ESO) llegó a un acuerdo con un grupo internacional para crear ANDES (ArmazoNes high Dispersion Echelle Spectrograph), un instrumento que se instalará en el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO. Este potente espectrógrafo, conocido anteriormente como HIRES, permitirá buscar señales de vida en exoplanetas, así como estudiar las primeras estrellas y analizar las constantes fundamentales de la física y la expansión del Universo.
ANDES, un espectrógrafo de alta precisión en los rangos visible e infrarrojo cercano, podrá dividir la luz en diferentes longitudes de onda para determinar la composición química de objetos astronómicos. En combinación con el sistema de espejos del ELT, ANDES permitirá realizar investigaciones en diversas áreas de la astronomía, según informó la Universidad de Cambridge.
Este artefacto se caracterizará por su capacidad para realizar sondeos detallados de la atmósfera de exoplanetas similares a la Tierra, lo que permitirá a los científicos buscar indicios de vida de manera exhaustiva. Además, este instrumento también podrá analizar elementos químicos en objetos lejanos del universo temprano, convirtiéndolo en uno de los primeros en poder detectar las primeras estrellas.
Los datos recopilados por ANDES también se utilizarán para verificar si las constantes fundamentales de la física varían a lo largo del tiempo y el espacio. Estas observaciones exhaustivas también servirán para medir directamente la aceleración de la expansión del Universo, uno de los misterios más importantes de la cosmología.
El ELT de ESO, actualmente en construcción en el desierto de Atacama, Chile, será el telescopio más grande del mundo una vez finalizado. Cuando esté operativo a finales de esta década, el ELT marcará una nueva era en la astronomía terrestre.
El proyecto ANDES está siendo desarrollado por un consorcio internacional que incluye institutos de investigación de 13 países, entre ellos representantes españoles como el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Centro de Astrobiología de Madrid (CSIC-INTA).
La NASA presentó su nueva nave espacial y parece salida de Star Wars
Inspirada en un concepto abandonado por la NASA en los 80, la Dream Chaser de Sierra Space promete acercarnos a una nave al estilo Star Wars en pleno vuelo espacial. Con alas retráctiles y la capacidad de aterrizar en cualquier pista de aeropuerto convencional, su diseño revolucionó la ingeniería aeroespacial.
El objetivo de esta innovadora nave es ofrecer un diseño reutilizable, que pudo ser utilizado hasta 15 veces antes de ser desmantelado. Gracias a esta característica, la Dream Chaser consiguió un contrato con la NASA para abastecer a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Actualmente, la nave se encuentra enfrentando las últimas pruebas antes de su primer viaje al espacio. Su misión es realizar siete entregas a la ISS, lo que demuestra su capacidad de ser una alternativa renovable al transbordador de carga Dragon de SpaceX, gracias a su capacidad de atravesar la atmósfera y aterrizar en pistas de 3.000 metros de largo.
La Dream Chaser se convertirá en el primer avión espacial jamás creado. En estos momentos, se están instalando los escudos térmicos que permitirán que la nave pueda salir al espacio y regresar a la Tierra sin problemas durante la reentrada en la atmósfera. Si todo sale bien, el próximo mes de septiembre veremos hasta qué punto la Dream Chaser cumplió con este particular sueño.
"Estamos emocionados de tener al Dream Chaser en nuestras instalaciones, preparándose para su misión hacia la Estación Espacial Internacional", señaló uno de los ingenieros encargados del proyecto y agregó: "Este avance representa un logro significativo en la carrera espacial y nos llena de orgullo poder formar parte de esta nueva era de exploración".
La increíble Dream Chaser se encuentra ahora en la Costa Espacial de Florida, listo para dar su próximo gran paso. El vehículo robótico, construido por Sierra Space en Colorado, arribó al Centro Espacial Kennedy (KSC) de la NASA el sábado pasado para someterse a las últimas pruebas y procesamiento antes de su primer vuelo de carga hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).