Coronavirus en fotos: así se ve el COVID-19 en el cuerpo humano

Las imágenes fueron tomadas por un equipo de la Universidad de Carolina del Norte y muestran la agresividad con la que invaden a las distintas células.

16 de septiembre, 2020 | 20.56

Hace más de nueve meses, el COVID-19 llegó a nuestras vidas provocando un cambio total en la rutina y la normalidad de las distintas sociedades. Actualmente, en los países del mundo, hay más de siete millones doscientos mil contagiados activos. Y en total, desde que se inició la pandemia, la cifra está cerca de pasar la barrera de los 30 millones de afectados.

Como si estos números fueran poco, hay casi un millón de muertes (3,15% de letalidad) en todo el globo y el virus sigue acechando duramente mientras los científicos trabajan a contrarreloj para crear una vacuna que genera anticuerpos e inmunidad. ¿El dato positivo? Ya hay más de 21 millones de recuperados.

Ahora, investigadores estadounidenses lograron crear una imagen del virus SARS-CoV-2 en las células epiteliales bronquiales humanas y cómo se encuentra cuando está listo para transmitirse de una persona a otra. Fue la doctora Camille Ehre, la encargada de realizar un experimento para mostrar la gravedad de la infección en los seres humanos.

La profesional de la salud trabajó en su laboratorio en la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (UNC) y buscó que la gente pueda observar qué tan problemático es el coronavirus en el tracto respiratorio. En las imágenes, tomadas con microscopios electrónicos, se ven los cilios en color azul (estructuras similares a un pelo en la superficie celular que transportan la mucosa y el virus), la mucosidad en amarillo y los viriones de la enfermedad en rojo.

Lo que buscan demostrar con la investigación, publicada por el New England Journal of Medicine, es la increíble cantidad de virus producido y liberado por célula dentro del sistema respiratorio. Por esta razón, tanto los contagiados como los que no contrajeron la enfermedad deben utilizar sí o sí máscaras o barbijos como protección para limitar la fácil transmisión.