El café es una de las bebidas preferidas de todas las personas para iniciar la rutina diaria y hay diferentes gustos. Uno de ellos es el café torrado y se obtiene tras poner el grano a un proceso de tostado utilizando azúcar. Sin embargo, esta especie de café está prohibido en todo el mundo, menos en Argentina, Uruguay, Paraguay, España, Portugal y es una curiosidad poco feliz para los amantes de esta bebida.
La técnica del torrefacto fue implementada en España por José Gómez Tejedor en el año 1887. Sin embargo, llegó a Argentina por primera vez con los grandes mercaderes inmigrantes de España y a partir de ese momento empezó a formar parte de los desayunos o meriendas. Pero debido a los efectos nocivos que tiene, fue prohibida en casi todo el mundo.
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¿Por qué es malo consumir café torrado?
Esta especie de café vendría ser “mala” debido a que se utilizan los peores granos y se realiza cuando al momento del tostado se le añade aproximadamente un 15% de azúcar al café. En este tipo de café se utilizan granos de baja calidad -el descarte- y el azúcar sirve para tapar todos sus defectos.
El café torrado se hace mediante un tostado más lento y a menudo a temperaturas más altas que el café regular. Esto puede resultar en granos de café más oscuros y aceitosos. Durante el proceso de tostado prolongado, los azúcares naturales del café se caramelizan completamente, lo que puede llevar a un sabor más amargo y menos ácido que el café tostado más ligeramente.
Cómo identificar el café torrado
Para identificar si un café es torrado, se debe ver el color de los granos de café, dado que este agregado en el tostado del grano lo convierte el mismo en un color oscuro, que puede cambiar desde un marrón profundo hasta un negro brillantes ya quemado. El torrado generalmente se suele utilizar para los cafés de filtro y suele ser muy económico y rendidor.
Estos son los motivos por los que los argentinos toman café torrado
Según el especialista de la bebida, Nacho Cafetero, explicó en su cuenta de Instagram que Argentina tiene “tolerancia especial al sabor amargo. El mate, el fernet y hasta el furor por las cervezas Ipa son pruebas de ello”.
“Hay países en donde el amargo sigue interpretándose como un sabor desagradable. Pero los argentinos, influenciados por la tradición gauchesca del mate, el café torrado español y la gastronomía con componentes amargos, heredada de los italianos, abrazamos al café de mala calidad creyendo que era su única versión. Es decir, nuestra propia cultura y tolerancia a los sabores amargos es la que no nos permitió exigir cafés de mayor calidad, que de amargos tienen muy poco. En los cafés de especialidad prevalece el sabor dulce y de forma natural”, concluyó el experto de la bebida.