En las últimas horas, impactó el video del auto volador que se volvió viral casi al instante. Ocurrió en Eslovaquia, donde el vehículo se sostuvo en el aire durante 35 minutos e hizo recordar a aquellas películas de ciencia ficción de hace algunos años.
Se trata del modelo AirCar, creado por la empresa Klein Vision, que realizó así el primer vuelo de la historia entre dos ciudades del mencionado país de Europa. En el video publicado por la empresa en su canal de YouTube se puede apreciar cómo despega del aeropuerto internacional de Nitra, la cuarta ciudad eslovaca más grande, y se dirige a la capital, Bratislava.
De acuerdo con Klein Vision, el auto volador cubrió los 100 kilómetros que separan ambos sitios en poco más de media hora y completó su aterrizaje número 142. Una vez en el suelo, plegó automáticamente sus alas y se convirtió en un estilizado deportivo en menos de tres minutos. Apenas más tarde, salió rodando del aeropuerto.
De hecho, por las calles del centro de Bratislava, muchos transeúntes curiosos se vieron sorprendidos y se detuvieron a observar lo que estaba sucediendo con el vehículo que fue pilotado por su creador Stefan Klein. En este llamativo viaje que se dio el pasado 30 de junio, el tiempo de traslado se redujo a la mitad del que era anteriormente.
Sí, aquello que se insinuó por ejemplo en el histórico film Volver al futuro está cada vez más cerca de transformarse en una realidad...
Cómo es el auto volador que impactó en Eslovaquia
El prototipo que ya trascendió está protegido por doce patentes y utiliza un motor a gasolina BMW de 160 caballos de potencia. Cuando está en el "modo avión" puede alcanzar una velocidad de hasta 190 kilómetros por hora y una altitud de 8.200 pies (unos 2,5 kilómetros). Sin embargo, el próximo a estrenar tendrá un motor de 300 caballos de fuerza e irá hasta a 300 kilómetros por hora. El peso máximo que puede transportar el AirCar es de 200 kilos, por lo que el número de pasajeros está limitado por ahora a solamente dos.
Qué es Klein Vision
La compañía que lo hizo posible pertenece al ya nombrado Stefan Klein, quien sueña con hacer realidad los autos voladores. Incluso, su firma ha estado trabajando en el desarrollo del modelo desde 2017 y hasta ahora ha invertido más 1,7 millones de euros.