Representantes de asociaciones hoteleras de 25 destinos de todo el mundo, reunidos en la Cumbre Internacional Global ReformBnB en la ciudad de París, reclamaron "una regulación más justa" de los los pisos turísticos o de alquiler temporario turístico, "que se adecúe a los estándares de seguridad mínimos exigidos, para garantizar una competencia más leal.".
El Global ReformBnB es un movimiento impulsado en 2018 por las entidades hoteleras de Nueva York, Barcelona, París, Buenos Aires y Tokio con el objetivo de desarrollar proyectos conjuntos e intercambiar ideas estratégicas, con el fin de promover reglas más exigentes en el ámbito de la comercialización online.
Durante la cumbre que finalizó anoche en la capital francesa, se puso de manifiesto el tratamiento desigual durante la pandemia entre hoteles y alojamientos turísticos.
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El encuentro contó con la participación de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra); la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc) de la Ciudad de Buenos Aires; y autoridades de la Asociación de Hoteles de Turismo de Argentina (AHT).
Además, participaron representantes de asociaciones hoteleras de 25 destinos, entre los que destacan Nueva York, París, Barcelona, Tokio, Montreal o Nepal.
También estuvieron presentes representantes de los Gobiernos municipales de ciudades como Barcelona, París, Ámsterdam, Bruselas, Florencia y Biarritz, para debatir y poner de relieve el grave impacto de la ilegalidad en las plataformas de comercialización online.
Los representantes de las asociaciones hoteleras y los académicos internacionales compartieron experiencias, estudios y datos para resaltar los graves problemas que ocasiona la comercialización de alojamiento turístico ilegal en sus destinos y la falta de regulación específica durante la pandemia de la Covid-19.
En ese sentido, coincidieron en destacar también el agravio comparativo durante la pandemia entre establecimientos hoteleros y los pisos turísticos o alquiler temporario turístico que comparten usos con vecinos afectando gravemente a la convivencia con el entorno.
Así, por ejemplo, mientras los primeros se vieron forzados a cerrar, los pisos turísticos que comparten usos con vecinos tuvieron la oportunidad de poder seguir operando, alquilando a corto plazo o reconvirtiéndose en alquiler convencional.
Asimismo, se desatacó el crecimiento meteórico de las plataformas de comercialización online, como Airbnb, que "tuvieron un coste social muy elevado para los ciudadanos, perjudicando la accesibilidad a la vivienda y propiciando la expulsión de los vecinos de los barrios más turísticos, que conlleva a la pérdida de su esencia", se resaltó a través de un comunicado.
Por otra parte, y siguiendo la labor iniciada en 2021, se continuó debatiendo sobre las problemáticas derivadas por las cláusulas abusivas aplicadas por las OTAs (Agencias de Viajes Online), que afectan a los establecimientos hoteleros, y las responsabilidades de las grandes comercializadoras online.
"Estas cláusulas abusivas vulneran la libre competencia y limitan la propia capacidad comercial del hotel en detrimento de mejores condiciones para los clientes", resumieron.
Con información de Télam