Elon Musk, el excéntrico empresario sudafricano que no para de sorprender al mundo con sus propuestas, acaba de anunciar un nuevo y ambicioso proyecto. A través de su red social X (antes Twitter), aseguró que su empresa The Boring Company podría construir un túnel submarino que conectaría Nueva York con Londres en apenas 54 minutos.
Aunque parece una propuesta sacada de una película de ciencia ficción, su plan tiene en cuenta los avances tecnológicos en infraestructura y transporte que, según Musk, ya están al alcance de la mano.
El proyecto, que inicialmente fue compartido por un tweet del medio Daily Loud, habla de una inversión de 20 billones de dólares para la construcción de este túnel submarino. Sin embargo, Musk fue claro en su respuesta y señaló que The Boring Company podría ejecutar la misma obra por "1000 veces menos dinero".
La propuesta de Musk parece inspirarse en ejemplos como el túnel de Fehmarnbelt, actualmente en construcción entre Dinamarca y Alemania. Este proyecto, que se va a extender por 18 kilómetros bajo el mar Báltico, tiene como objetivo reducir significativamente el tiempo de viaje entre ambos países.
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Según Denise Juchen, portavoz de la empresa Femern A/S, este túnel va a ser una opción más rápida y fiable para los viajeros, y también va a tener impacto positivo en la conectividad diaria y en la reducción del tráfico vehicular.
¿Es el proyecto de Musk una realidad posible?
El concepto de un túnel submarino que conecte dos continentes plantea varias interrogantes, pero no es tan loco si consideramos los avances en ingeniería.
Musk, con su empresa, ya demostró su capacidad para construir túneles subterráneos innovadores, como el sistema de transporte Loop, diseñado para facilitar el tránsito en ciudades congestionadas. En este sentido, la idea de un túnel transatlántico podría ser el siguiente paso.
Si bien el costo y los desafíos técnicos son enormes, la velocidad con la que se desarrollan las nuevas tecnologías de transporte podría hacer que un proyecto de esta magnitud sea factible en un futuro no tan lejano.
El otro sueño de Musk: Starship
Además del túnel, el multimillonario ya propuso otra de sus grandes ideas: usar su cohete Starship, actualmente en desarrollo con SpaceX, para realizar viajes intercontinentales en menos de una hora.
Según el empresario, este cohete, que puede alcanzar velocidades de hasta 27.000 km/h, permitiría reducir drásticamente los tiempos de vuelo, llevando a los pasajeros de Londres a Nueva York en tan solo 29 minutos.
A diferencia de los aviones comerciales, que alcanzan los 1.061 km/h en sus vuelos más rápidos, Starship tiene el potencial de revolucionar los viajes aéreos, no solo para la exploración espacial, sino también para transportar personas entre continentes en tiempo récord.