En las últimas semanas, la red social X (antes Twitter), propiedad del magnate y empresario Elon Musk, está viviendo una crisis sin precedentes, con un éxodo masivo de usuarios que decidieron abandonar la plataforma por el creciente aumento de desinformación circulando y ausencia de control.
Desde periodistas y medios de comunicación hasta personalidades de la cultura y millones de usuarios comunes, todos parecen estar buscando alternativas. Una de las principales causas que está impulsando la salida de usuarios es el giro político de X desde que Elon Musk adquirió Twitter en 2022.
Musk, reconocido por sus posiciones conservadoras y su cercanía con figuras de la derecha estadounidense, provocó una atmósfera política cada vez más polarizada dentro de la plataforma. Esta orientación fue percibida por muchos como una señal de que X favorece ciertos discursos y manipula la información para alinear la red con sus intereses políticos.
A esto se suma la creciente desinformación y el auge de contenido tóxico, como teorías conspirativas y discursos de odio, que prolifera sin ningún tipo de control. De hecho, ya grandes medios europeos, como The Guardian y La Vanguardia, se dieron de baja en X por estas razones.
Éxodo hacia Bluesky y Threads
Como parte de este éxodo, una de las plataformas que creció mucho es Bluesky, una red social creada por Jack Dorsey, el cofundador de Twitter. Bluesky ofrece una propuesta diferente, más descentralizada y centrada en la privacidad del usuario, lo que atrajo a muchos ex usuarios de X.
En pocos días, Bluesky superó los 16 millones de usuarios, y muchos ven en esta red social una versión nostálgica de Twitter, pero sin las influencias políticas y comerciales que tanto molestan a los nuevos usuarios.
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Esta gran migración empezó en Estados Unidos, sobre todo a partir de las elecciones presidenciales que le dieron a Donald Trump una segunda oportunidad. No obstante, en el ámbito local, el debate sobre los discursos que replica X también se intensificaron.
Personalidades del periodismo y la cultura de Argentina, como las periodistas María O'Donnell y Claudia Piñeiro, ya hablaron de la posibilidad de abandonar X, citando las razones expuestas por los medios internacionales sobre la desinformación y la polarización política.
Asimismo, Threads, la propuesta de Meta que integra Instagram con un algoritmo más centrado en contenidos virales, es otra de las opciones viables para migrar.
Aunque Threads no tiene la misma propuesta descentralizada que Bluesky, sí ha conseguido captar la atención de quienes buscan una alternativa a X sin el sesgo político y la falta de control en los contenidos.
El futuro incierto de X
El futuro de X parece cada vez más incierto. A pesar de que Musk intentó transformar la red social en una plataforma multifuncional, similar a WeChat, la percepción de muchos usuarios es que la plataforma perdió su esencia. La integración de pagos, la eliminación de funciones clave y la priorización de ciertos contenidos políticos sobre otros parecen haber alejado a muchos usuarios tradicionales.
A nivel global, X ocupa el puesto número 11 entre las redes sociales más utilizadas, pero su popularidad cayó notablemente en los últimos meses, especialmente entre las personas jóvenes, quienes prefieren redes sociales más visuales como Instagram o TikTok. En este contexto, la migración de usuarios a plataformas como Bluesky o Threads podría ser solo el principio de una tendencia más amplia que ponga en jaque la relevancia de X a largo plazo.