El lado B de la privatización de Costa Salguero

El esposo de la diputada de Cambiemos, Carmen Polledo, es director de una de las empresas que maneja el complejo Costa Salguero. La contracara del déficit habitacional.

11 de octubre, 2020 | 00.05

La privatización de Costa Salguero – Punta Carrazco, lo que se conoce como Distrito Joven, no es nueva. Es de hace mucho. De hecho, data de hace casi 30 años y tuvo su frutilla del postre el 5 de diciembre de 2019, cuando Cambiemos avanzó con la sanción de un proyecto que habilitó la venta de esos terrenos ubicados en Costanera Norte. Fue en la última sesión del año y valió una demanda contra el Gobierno porteño por incumplir con los procedimientos legales para su aprobación. Ahora, el jueves, se dio un nuevo paso. Esta vez con la modificación de los usos de las tierras. O sea, el para qué. Y el para qué incluye una lista bastante extensa en la que figura, por ejemplo, la aparición de una nueva zona residencial con edificios. Algo que revalorizará aún más la zona encareciendo el metro cuadrado y, lejos de ser una solución, convirtiéndola en una zanahoria inalcanzable para la clase media o media baja de la Ciudad.

La concesión actual, en manos de la empresa Telemetrix, finalizará el próximo año dado que la otorgaron, por la suma nada despreciable de 30 años, en 1991. La diputada de Cambiemos, Carmen Polledo, admitió en 2016 que su esposo, Fernando Polledo, era accionista de la compañía y según los registros oficiales está vinculado como directivo o socio a distintas firmas que manejan el complejo de Costa Salguero. Una especie de negociado para ayudar a los amigos que se iban a quedar sin la explotación. Fuentes consultadas por El Destape adelantaron que otro de los debates calientes tendrá lugar cuando se conozca quién o quiénes se quedarán con esa zona tan valiosa. 

Con esta nueva avanzada, la solución de una problemática que aqueja, el déficit habitacional, parece más lejana. El índice es del 6,3% en relación a la falta de viviendas y del 5,3% respecto a la calidad de las mismas, según datos del censo 2010. De todos modos, todavía el proyecto deberá ser aprobado en segunda lectura pero el oficialismo es mayoría. Desde el Instituto de Vivienda de la Ciudad aseguraron a El Destape que tienen varias políticas activas, tanto desde la CABA como con participación Nacional, para avanzar en este sentido, integrar barrios y entregar hogares.

Victoria Roldán, legisladora de Vamos Juntos y titular de la comisión de planeamiento urbano, le explicó a este medio que el proyecto implica “un cambio de paradigma en la gestión de estas tierras, donde estamos recuperando el acceso al río, respetando la ribera de una manera integrada a la Ciudad y buscando su propia mixtura de usos”.

El drama del déficit

Cuando el Frente de Todos criticó y rechazó la iniciativa marcó, entre otras cosas, el problema del déficit habitacional. Según los últimos datos oficiales vertidos por el censo 2010, el indicador asciende al 11,6%, más de 132 mil viviendas en condiciones irrecuperables, recuperables sin lugar donde vivir. O sea, más de una de cada diez. Según un estudio del Equipo de Política Urbana del legislador Matías Barroetaveña, se calcula que ese número creció en diez años y es cercano al 15% de la población. Una población que también está integrada por un 35,2% de inquilinos.

O sea, hay 71.919 hogares que necesitan acceder a una nueva vivienda para solucionar el problema habitacional ya que presentan alguna de estas situaciones: la vivienda en la que viven es considerada irrecuperable, comparten la vivienda con otro hogar o no tienen ningún tipo de viviendas. Y hay 60.651 hogares que viven en viviendas deficitarias pero que de intervenir en ellas y mejorarse dejarían de ser precarias. Sumando también a los hogares que si bien viven en viviendas no precarias presentan una situación de hacinamiento de cantidad de personas por cuarto, según datos oficiales del Observatorio de Vivienda de la Ciudad en base al último censo.

Del total de las viviendas en déficit, el 7,7% de los hogares están en lugares irrecuperables y el 92,3% restante tiene exceso de hogares. O sea de núcleos familiares en una misma casa. De hecho, al dividir datos por comunas, el hacinamiento no crítico total es de 8,6% y el crítico es del 1,5%, concentrado principalmente en la zona sur. A la hora de mirar la situación de la comuna 14, donde está Costa Salguero, y sus limítrofes queda en evidencia que no son los distritos más afectados por esta problemática.

Mientras la zona en cuestión presenta un 5,3% de hacinamiento no crítico y un 0,5% de crítico, la más afectada, la comuna 8, tiene indicadores del 18,2% y 5,1% respectivamente. Las comunas 2, 5, 15 y 13, linderas a la 14, también están dentro de las que poseen valores más bajos respecto al total. Algo similar ocurre con las viviendas buenas, recuperables o irrecuperables. En esta última categoría, las comunas 4 y 8, del sur porteño, son las que más complicadas están mientras que las de la zona de las futuras nuevas construcciones se encuentran en una posición mucho más holgada. Las residencias que apuntan a construir en el Distrito Joven no parecieran estar orientadas ni ser accesibles para estos sectores. Eso no quiere decir que no haya situaciones críticas en estas zonas sino que hay menos que en otras donde la necesidad es una urgencia.

Sin adentrarnos en demasiados números ni complejidades, los datos son claros. En cada indicador la zona sur es la más desfavorecida. La zona de Soldati, Barracas o Flores, por ejemplo, son las que más falta de viviendas presentan respecto al total de las que tiene la Ciudad. Lo que se denomina déficit cuantitativo, o sea de cantidad. Hace falta construir más para que la gente pueda tener un lugar donde vivir. Un nivel que se mantiene cuando se habla de la calidad de las viviendas o de la cantidad de personas que habitan un mismo lugar calificado como bueno. La zona de Costa Salguero está muy lejos de este cuadro.

Para intentar solucionar esta problemática, desde el IVC explicaron a El Destape que avanzan con la procesos de integración del barrio Rodrigo Bueno, el Playón Chacarita, Barrio 20 y Camino de Sirga. El Gobierno nacional, en tanto, tiene a su cargo la Estación Saenz y Estación Buenos Aires (viviendas construidas nación, comercializadas en gran parte por el IVC mediante créditos del Banco Ciudad destinados a la clase media y un remanente para el programa PROCREAR).

El ocio acá sí es un problema

Uno de los dramas más importantes a la hora de pensar el déficit habitacional es el de las viviendas ociosas. En un estudio correspondiente a septiembre 2018 y mayo 2019, el IVC resalta un informe de la Relatora Especial de la ONU de 2017 en el que se destacó la creciente “financiarización de la vivienda”, es decir que la vivienda es considerada cada vez más una mercancía y una inversión. Por lo tanto, analizó el organismo, “un aumento de la cantidad de viviendas en condiciones habitables, no necesariamente tenga un correlato con mayores hogares habitándolas, sino que las mismas son mantenidas en virtud de valorizarse financieramente”. Especulación.

Datos de la Cartografía Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 revelan que de 1.423.973 viviendas porteñas, 119.234 están vacantes y 164.248 subocupadas. En la primera categoría, las comunas que lideran son la uno (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución), la dos (Recoleta) y la 14 (Palermo). Donde está Costa Salguero. Esta última pasa del tercer al segundo lugar si nos fijamos sólo en las que están ocupadas a veces. Como contracara, nuevamente la cuatro (Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya ) y la ocho (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) son las que menos hogares ociosos tienen. O sea, lo que hay se usa y no se destina a la especulación.

LA FERIA DE EL DESTAPE ►