“Si podés, quedate en casa”, una recomendación que sigue vigente pese a las flexibilizaciones que convirtieron a la cuarentena estricta en un distanciamiento social. Una consigna que dejó en evidencia muchas desigualdades sociales y una pregunta que se volvió central: ¿Cómo me quedo en casa si no tengo casa? El déficit habitacional se convirtió en un problema de Estado que, en algunos distritos, avanzó hacia una respuesta política y que, en otros, manifestó la falta de entrega de viviendas adjudicadas hace muchísimo tiempo.
Es el caso del Barrio Olímpico, en la comuna 8 de la Ciudad de Buenos Aires. Un espacio que se construyó para albergar deportistas de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 para, después, convertirse en una “solución” para la clase media baja (según se planteó en su momento) con créditos accesibles – aunque bajo la modalidad UVA, lo cual complicó bastante las cuentas -. Sobre más de 1.000 departamentos construidos hay más de 200 hogares que aún no están en manos de sus propietarios y desde el gobierno porteño aseguraron que avanzan en solucionar esa problemática hacia fin de año. Uno de los datos que más llama la atención indica que ese barrio es el que menos viviendas tiene en relación al resto, pero también es el que menos viviendas ociosas registra. O sea, las que hay, se usan, no se destinan a la especulación inmobiliaria sino que son una solución.
Esta semana, legisladores porteños del Frente de Todos presentaron un pedido de informes para conocer el estado del barrio, tanto en la adjudicación de viviendas como de las condiciones de infraestructura de las mismas, espacios públicos y servicios básicos. En los fundamentos del proyecto dijeron haber detectado que aún quedan hogares adjudicados sin entregar, reclamos por problemas edilicios y vicios ocultos de la construcción por parte de la empresa constructora. También problemas cloacales y reclamos en facturaciones previas a su escrituración de servicios de electricidad con la empresa Edesur y falta de acceso a espacios verdes.
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Algunas de esas preguntas fueron respondidas por el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) a El Destape. Explicaron que el lugar cuenta con 29 edificios y 1.047 departamentos de uno, dos y tres ambientes. Hasta hoy, “se realizaron 826 escrituraciones, y para continuar con este proceso de entrega de viviendas durante el aislamiento preventivo, social y obligatorio, el IVC dispuso un protocolo de prevención del COVID-19”. Y adelantaron que “se estableció un cronograma de mudanzas para completar con la adjudicación total de las viviendas del Barrio Olímpico a las 221 familias restantes en el mes de diciembre del corriente año”.
El proyecto estipulaba, además, priorizar la entrega de viviendas para los vecinos de esa comuna. Un 50% a vecinos con más de 5 años en el barrio, 10% docentes, 10% policías y 30% al resto. Sobre ésto, desde el IVC explicaron que 419 corresponden a personas de la comuna 8, seguidas por 119 de la provincia de Buenos Aires y comunas 9 y 4, con 48 y 47 familias respectivamente. De las entregadas, la mitad quedaron en manos de quienes habitan esa zona y analizaron que, sumado a los que viven en el barrio 20, se cumplirá finalmente con el porcentaje estipulado.
Déficit habitacional
La entrega de viviendas en la comuna 8 es clave. El último dato oficial corresponde a 2010, replicado en un informe de 2013 del Observatorio de la Vivienda de la Ciudad. Los barrios que integran ese distrito porteño son los que presentan el mayor grado de hacinamiento no crítico (18,2%) y crítico (5,1%). Se trata de 2.952 hogares en los que viven más de tres personas por cuarto, lo que triplica el promedio de la CABA.
Esta comuna también es la que presenta el menor porcentaje de viviendas buenas en toda la Ciudad (4,9%) y se ubica en el medio, entre la categoría de hogares “recuperables” (7,4%). Sin embargo, está en segundo lugar a la hora de analizar las “irrecuperables”, esas que deben reemplazarse por unas nuevas. Con el 17% está detrás de una vecina, la comuna 4, también del sur porteño, con el 18,7%. Esto quiere decir que es necesario avanzar en construcciones a estrenar, con mejores condiciones edilicias y de servicios sin descuidar los espacios abiertos, accesos o cuestiones clave como la educación. Algo que podría comenzar a solucionarse con el pleno uso de este nuevo Barrio Olímpico, pese a que se denunciaron muchos problemas de infraestructura.
Con estos datos en la cabeza, es momento de abordar la problemática del déficit que se mide no sólo por la necesidad de más viviendas sino, también, la calidad de las mismas. Según los datos oficiales, en la CABA “el 6,3% de los hogares necesitan acceder a una nueva vivienda para solucionar el problema habitacional” dado que la “vivienda en la que viven es considerada irrecuperable, comparten la vivienda con otro hogar o no tienen ningún tipo de viviendas”. Los sectores con más problemas son la comuna 8 (la del Barrio Olímpico) y su vecina, la 4 (déficit del 17,7% y 10% respectivamente). En el norte porteño la situación es diferente ya que presentan los niveles más bajos y “sólo el 3,2% de sus hogares deficitarios”. Respecto a la calidad (déficit cualitativo), la comuna 1 lidera la lista con el 13,9%, seguida de la 3 con el 10,2%, la 4 (9,8%) y nuevamente la 8 (6,7%).
Si se suman ambas variables (déficit cualitativo, de calidad, y cuantitativo, de cantidad), la comuna 8 sigue siendo la que encabeza la preocupante lista con el 12,1% sobre el total de hogares hacinados de la Ciudad y el 28,2% si se lo compara con el conjunto global de todas las viviendas que existen en el distrito. Según estos datos de 2010, 16.387 familias están bajo esta situación delicada.
Tan delicada es la situación que, también según los últimos datos oficiales, el 11,3% de los hogares tienen necesidades básicas insatisfechas (por detrás de las comunas 1, 4 y 3) y el 13,8% de la población de esos barrios también (precedida por las mismas comunas mencionadas en el punto anterior). Este índice es el que estudia el acceso a la vivienda, a los servicios sanitarios, a la educación y la capacidad económica para identificar las carencias de esos sectores y delimitar la condición de pobreza.
En este análisis, este dato no es menor: la comuna 8, la más delicada, es la que menor porcentaje de viviendas ociosas tiene en relación al resto de la Ciudad. O sea, en la que se desarrolla menos especulación inmobiliaria. Si se la compara con el resto de las comunas es, a 2010, la que menor cantidad de viviendas registró (55.377 en total según la Cartografía Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, o sea el 3,9% de todas las que hay en la CABA). De ellas, sólo 2.970 están vacías (un 5,4%, el más bajo de todos) y 3.249 subocupadas (5,90%, también el más bajo de la Ciudad). La concentración de hogares sin ocupación o con ocupaciones temporarias está en la zona norte. O sea, las viviendas que están, se usan.
Por eso, la entrega o la demora en la entrega de viviendas del Barrio Olímpico es un problema mucho más complejo, estructural. Está íntimamente vinculado a las carencias que tiene la población que habita esa zona, en este caso la comuna 8, pero que también se replica en otros espacios de la Ciudad, normalmente en la parte sur.