El futbolista colombiano Sebastián Villa se presenta este jueves a una declaración indagatoria en la causa que lo tiene como acusado de abuso sexual. Después de haber pedido postergaciones, finalmente el jugador de Boca Juniors estará frente a la fiscal Vanesa González en la sede de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 Especializada en Violencia de Género de Esteban Echeverría. En los últimos días, además, también hubo avances en las causas de otro futbolista involucrado en causas de violencia de género. En este contexto apareció una propuesta que sostiene la necesidad de tratar una ley que impida salir a la cancha a jugadores -o miembros del cuerpo técnico- que enfrenten procesos judiciales avanzados.
La iniciativa sostiene que debería existir una ley o norma que prohiba jugar a los deportistas que atraviesen procesos judiciales en los que se les impute la comisión de delitos con violencia de género. La propuesta realizada por Guillermo Torremare, presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) asegura, justamente, que esta norma debe incluir lo que, en términos judiciales, se denomina "semiplena prueba o indicios vehementes" de ser auto del delito. En charla con El Destape añadió: "No queremos que los clubes se conviertan en sentenciantes de un jugador, pero sí decimos que tiene una responsabilidad institucional en dar estos mensaje claros".
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En las últimas jornadas, además de la presencia de Sebastián Villa en el fútbol argentino, también existen otros casos que también involucran una posible violación. Uno de esos casos es el de Diego García, actual jugador de Patronato, a préstamo desde Estudiantes, que también tiene un juicio pendiente por “abuso sexual con acceso carnal”. La presunta violación habría ocurrido el 24 de febrero de 2021 en una localidad platense cuando, justamente, el volante jugaba en el conjunto “Pincha”.
Otro caso es el de Johan Carbonero, un ex jugador de Gimnasia. En los últimos días se conoció que la Justicia rechazó la apelación que hizo para evitar ir a juicio oral por acoso y tentativa de abuso sexual. Ese supuesto hecho ocurrió, presuntamente, en 2020. La noticia impactó porque, en medio de la investigación, Racing Club eligió adquirir su pase a pesar de la denuncia y, además, en contra de las organizaciones feministas de su club.
Justamente a esto apunta la propuesta de Guillermo Torremare. "Se dirige a que las entidades deportivas asuman su responsabilidad institucional y exijan ejemplar comportamiento a los jugadores, toda vez que estos no son personas comunes sino verdaderos ídolos de multitudes, muchas veces generadores de conductas por imitación", explicó el titular de la APDH. Sin embargo, añadió, una norma de este estilo "no implicaría descalificar la presunción de inocencia de quien no tiene condena judicial, ni tampoco convertir al club o a la AFA en un tribunal penal".
"Si queremos efectivamente luchar contra la violencia de género, hay que buscar este compromisos en los clubes. Hoy en general tienden a valorizar antes que cualquier otra cosa el rendimiento deportivo. Eso hace que muchas veces sobre este tipo de cosas haya silencios o se desliguen de atenderlo con la excusa de que hasta que la Justicia no se pronuncie no podemos ocuparnos".
Son varias las asociaciones que piden un mayor compromiso y acciones concretas de AFA en el fútbol argentino. En constantes comunicados, por ejemplo, la Coordinadora Sin Frontera del Fútbol Feminista ha sostenido la importancia de la necesidad de una mayor decisión política para que se implementen algunos protocolos que existen en la actualidad. Según datos de esta misma organización, desde el 2015, en la Primera División del Fútbol Argentino siguieron participando de los torneos 28 jugadores con denuncias vinculadas a violencia de género y abuso sexual. En muchos de esos casos, las denuncias son más de una.
Para Torremare, la propuesta "va en el mismo carril" de algunas de las ideas que pregona Paula Ojeda, la actual gerenta del departamento de Equidad y Género de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En diversas entrevistas, Ojeda defendió la idea de separar a un futbolista. Si "hay una imputación de violencia de género, la institución, tiene que separarlo y no dejarlo estar en la cancha hasta que se resuelva la situación judicial", explicó en una ocasión.
Ojeda fue aún más lejos. Cuando estaba a cargo de la oficina de género en Vélez planteó la necesidad de una cláusula "por violencia de género" en los contratos de los jugadores. El primero de ellos fue Ricardo Centurión, pero luego se hizo extensivo para el resto de los futbolistas.