Con la llegada del verano se registran altas y preocupantes temperaturas por encima de los 30 grados y lógicamente dicho cambio tan brusco de clima trae importantes consecuencias al cuerpo humano. Por esa razón y como ya es costumbre, diversos especialistas del Hospital de Clínicas alertan sobre las problemáticas que pueden afectar al organismo a causa de los primeros sofocones del año y la ola de calor que atraviesa a casi todo el país durante la última semana del 2021. Los consejos de salud son claros y concisos: buscar lugares frescos o espacios verdes, evitar horarios donde el sol es más fuerte y una alimentación con hidratación adecuada, entre tantos otros.
El médico clínico del Clínicas, Damián Zopatti, expresó en relación al tema: "El golpe de calor es la manifestación clínica del incremento de la temperatura corporal que se da como consecuencia de la falla en el mecanismo de la autorregulación fisiológica cuando existe exposición corporal a ambientes calientes en general por períodos prolongados. Por ello, en general, el golpe de calor es más frecuente de observar cuando las temperaturas del ambiente son sostenidamente elevadas en días consecutivos". Y agregó, teniendo en cuenta la escala de riesgo en base a los colores: "Los síntomas son variados: mareos, sensación de desvanecimiento, palpitaciones, sudoración excesiva al principio y piel caliente, letargo, cefalea, náuseas, debilidad, etc".
Ante esto, el especialista deja en claro que el principal mecanismo de prevención es la hidratación. "En términos generales consumir dos litros de agua diarios en un adulto sano es una medida adecuada. Dicha cantidad se podrá incrementar según las necesidades", detalló. "Los ambientes donde permanecemos deben estar ventilados evitando que el aire caliente permanezca 'estancado'. Esto podemos lograrlo con el uso de equipo de refrigeración, ventiladores o simplemente dejando las puertas y ventanas abiertas para lograr la circulación de aire", agregó. Por supuesto puso especial foco en la hidratación de bebés, niños y niñas como de mayores vulnerables -residentes geriátricos- para evitar estos síndromes generados por el calor.
El aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicios en ambientes calurosos y poco ventilados aumenta las posibilidades de que se genere un golpe de calor. "Se produce porque el cuerpo pierde agua y sales, la persona comienza a sentir un malestar general por el aumento de la temperatura corporal y la falla de los mecanismos para su regulación", manifestó Zopatti. ¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor? Sed, dolor de cabeza, la sensación de tener la boca pastosa y sudar en exceso.
Cabe destacar que dicho malestar general puede aparecer al momento o después de algunos días de altas temperaturas. "La clave está en poder reconocer la necesidad de mantenerse hidratado. Las personas mayores, por la edad, se vuelven menos sensibles a sentir sed, por lo que deben recordar y tener como hábito tomar agua. Cuando la temperatura sube y comienzan los síntomas el cuerpo puede haber perdido entre 4 y 6 litros, que se deben reponer de forma constante", sostuvo el experto.
¿Y qué ocurre con la actividad física? Según los especialistas del Hospital de Clínicas, la cantidad de entrenamiento debe incrementarse en forma progresiva: primero se aumenta la frecuencia semanal, luego el volumen y finalmente, la intensidad. "El golpe de calor también se da usualmente mientras las personas jóvenes hacen entrenamiento físico, debido a la pérdida de agua. Para estos casos se recomienda hacer actividad física por la mañana temprano o por la tarde, luego de la caída del sol", alertó.
Lógicamente los grupos de riesgo más propensos a sufrir golpes de calor son los ancianos y los niños. A medida que aumenta la edad, las personas se vuelven menos susceptibles a regular la temperatura, sufren períodos de hipotermia durante el invierno y tienen problemas con el calor en verano. Con respecto a los bebés, los síntomas de la deshidratación son muy similares: suelen estar tranquilos, con una baja en su actividad normal, se quedan dormidos, pierden la iniciativa y tienden a no comer ni llorar.
¿Qué hacer ante un golpe de calor? En primer lguar, si la persona es joven, se le debe dar líquidos: la hidratación no debe hacerse solo con agua, es recomendable agregar bebidas con sales o un jugo de fruta y después enfriar el cuerpo. Para el caso de mayores y bebés es importante prevenir y que estén en condiciones frescas con agua suficiente. "Si comienzan a sudar mucho o están demasiado tranquilos o tienen sed hay que ofrecer líquidos. Y si se quedan dormidos o se desmayan hay que dar aviso al médico y/o activar el Sistema de Salud", sostuvo.
El calor y los barbijos para combatir el COVID-19
Ante la fuerte circulación y el importante aumento de casos de coronavirus es clave seguir utilizando el tapabocas. "No incrementa en demasía la demanda fisiológica de oxígeno si es que todas ellas se realizan de forma tranquila y tomando los recaudos pertinentes en relación a las recomendaciones clásicas sobre la prevención del golpe de calor", manifestó Zopatti. Lo importante, según manifiesta el médico, es "reconocer la necesidad de mantenerse hidratado" frente a estas temperaturas. Es clave tener como hábito tomar agua para reponer de forma constante la cantidad de líquido perdida.
Cabe remarcar que si se siguen las recomendaciones, el uso del barbijo de tela o tapaboca no debería ocasionar inconvenientes al realizar actividades de baja intensidad como es el caminar o realizar actividad habitual diaria. "Estas ideas van en consonancia con estudios realizados en Canadá donde se midió la saturación de oxígeno a una población de adultos con uso de mascarillas faciales no médicas mientras realizaban las tareas habituales diarias. Este estudio demostró no haber cambios significativos en la oxigenación con el uso de tapabocas en la actividad diaria cotidiana",sentenció.
Recomendaciones generales para evitar un golpe de calor
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Tener una adecuada hidratación. Para esto es aconsejable la ingesta de líquidos, en especial agua, durante todo el día. La cantidad de la misma varía en relación a la edad, sudoración y posibles patologías de la persona. En forma de orientación, 2 litros de líquidos fríos por día podría ser adecuado.
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Alimentación hipocalórica. Evitar comidas de lenta digestión y pesadas. El consumo de frutas y verduras es aconsejable.
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Usar ropa clara y fresca, en especial ropa de algodón evitando nylon o poliéster.
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Uso de gorras o sombreros frescos a la hora de transitar en horas de sol. El uso de anteojos de sol también ayuda.
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Evitar las horas de mayor calor (dependiendo de cada zona geográfica) para realizar actividad física o exposición al sol. En nuestro País debe evitarse hacer ejercicios o transitar entre las 11 AM y las 16 PM.
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Permanece en espacios y ambientes ventilados tanto para realizar tareas habituales como para realizar ejercicios.
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El uso de ducha diaria con agua templada es recomendable a fin de reducir el calor corporal y remover la sudoración presente en la piel.
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Consultar con su médico sobre el consumo de líquidos adicionales o de medicamentos crónicos o nuevos.