Un hombre de 41 años denunció a un centro de salud por hacerle una vasectomía contra su voluntad. El denunciante asegura que asistió al Hospital Provincial Florencio en Córdoba a hacerse una operación de vesícula pero, cuando salió, descubrió que le habían hecho otra cirugía.
“No busco culpables sino una solución y me dicen que me resigne, que ya está", expresó Jorge Base en diálogo con Arriba Córdoba y agregó: “Estoy con bronca e impotencia porque lo que hicieron ya lo hicieron, no tiene retorno. Me dijeron que por mi edad y el tamaño del conducto, ya no tiene sentido. Lo que te pasa por la cabeza son un sinfín de preguntas. No me explico cómo pueden llegar a una negligencia de esa manera, a un error tan grande”.
La víctima dijo que le arrebataron "uno de sus deseos más grandes": aunque es padre de dos niños, afirmó a la prensa que quería buscar una nena con su pareja. En esa línea, sostuvo que la única posibilidad que le queda para tener otro hijo es recurrir a la inseminación artificial.
Según su relato, hubo una confusión en la orden y todavía no se identificó al profesional de la salud que cometió el error. “Recién me enteré cuando vino la médica a revisar cómo había salido todo y advirtió la situación”, sostuvo Base.
“Es muy raro porque en mi carpeta decía vesícula por todos lados, lo único que tenían que hacer era leerla, no tiene mucha ciencia”, agregó. Y cerró: “No quiero apuntar con el dedo pero acá nadie se responsabilizó. Se enfocan en decirte: ‘Bueno, no te hagas drama, que por inseminación podés tener un hijo igual’”.
Qué es una vasectomía y para qué sirve
La vasectomía sin bisturí es una intervención quirúrgica ambulatoria que dura alrededor de 30 minutos y tiene una efectividad cercana al 100% para prevenir embarazos.
El procedimiento consiste en ligar el conducto deferente, que va desde el testículo al pene, el cual lleva los espermatozoides. Se trata de una incisión de cinco milímetros en el escroto y se liga y se secciona el conducto para que no haya pasaje de espermatozoides.
Según informaron especialistas a Télam, el paciente no siente ningún cambio, realiza su vida con normalidad, "solo hay mínimas molestias los primeros días de operado" y, en caso de desearlo, la reversión de la cirugía "es efectiva en un 80, 90% de las oportunidades".
En el 2006 se sancionó la Ley Nacional 26.130 de Anticoncepción Quirúrgica que garantiza el acceso a la ligadura tubaria y a la vasectomía como un derecho de todas las personas.
La cantidad de personas que se practican esta intervención fue aumentando a lo largo de los años en el país: el área de Monitoreo de la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva contabilizó 56 en el 2015, 683 en 2019 y 1.610 en el 2021. Quienes más demandan esta práctica son varones jóvenes entre 30 y 40 años, que "en general no quieren tener hijos o tienen y sienten que su paternidad ya está satisfecha con eso", compartió a esta agencia Carlota Ramírez, directora de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud bonaerense.