Es uno de los lugares más reconocidos de Argentina y, solo por eso, ya tiene una misión importante. En las últimas horas se formalizó la nominación del museo de sitio de la memoria de la ESMA como patrimonio de la humanidad de la Unesco.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria, participó del acto institucional en el que estuvieron presentes el ministro de Educación, Jaime Perczyk; y el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla. También estuvo en el encuentro el ministro de Cultura, Tristán Bauer, y la embajadora de la República Argentina ante la Unesco, Marcela Losardo.
El equipo de trabajo del Museo, encabezado por su directora, Alejandra Naftal, enviará de forma definitiva el expediente de nominación aprobado por la Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco (Conaplu), como antesala de la deliberación final que se llevará a cabo en junio de 2023 en la reunión del Comité del Patrimonio Mundial.
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Soria calificó como "histórico" a este día porque se trata de "un paso esencial que teníamos que dar como país". Agregó que "250 mil personas pasan por año por este Museo: eso es sembrar Memoria, Verdad y Justicia". El Ministro Soria, además, agregó: "Este Museo es un emblema, es la síntesis del proceso de resignificación que desarrolla el Estado argentino a través de la política de Memoria, Verdad y Justicia, porque ofrece la información y las herramientas para continuar reflexionando sobre nuestro pasado, para entender el presente y poder elegir qué futuro queremos como sociedad. No se trató sólo del gesto de Néstor Kirchner cuando hizo bajar los cuadros, que por supuesto que marcó un antes y un después. Luego este lugar fue declarado patrimonio histórico nacional. Y ahora esta nominación es la continuidad, que da cuenta de la decisión del Gobierno de seguir con esta lucha permanente de construir memoria".
"En este lugar, donde funcionó un Centro Clandestino de detención, tortura y exterminio y se desató el horror, hoy se desarrollan actividades educativas, culturales, artísticas y de investigación destinadas a la trasmisión de la memoria y la promoción de los derechos humanos. Hoy estamos dando un paso más adelante", dijo Soria. El ministro agregó que "ese proceso es una referencia a nivel mundial" y que "ha sido reconocido en todo el planeta por su profunda capacidad para fortalecer las instituciones; y porque ha sido central en la construcción de una sociedad más democrática, plural, equitativa y capaz de generar amplios consensos".
“Después de un gran horror construimos la paz con una política de DDHH, con Memoria, Verdad y Justicia. Este sitio no es un patrimonio de la Argentina sino de toda la humanidad, queremos que sea reconocido internacionalmente; soy la delegada que tiene que batallarlo y vamos a ganar”, destacó Losardo.
Pietragalla, en tanto, sostuvo "que hoy estén aquí reunidos representantes de 4 ministerios demuestra la importancia que tiene para nuestro Gobierno que este Museo se transforme en patrimonio mundial de la humanidad". Agradeció el trabajo de la directora del Museo y de los trabajadores y trabajadoras de la Secretaría y añadió que "ante los discursos negacionistas que escuchamos últimamente, nosotros respondemos con este tipo de acciones: más Memoria, más Verdad y más Justicia, institucionalizándola para las futuras generaciones".
A su turno, Bauer indicó recordó a los 5 mil compañeros y compañeros detenidos desaparecidos que pasaron por ese lugar. "Es la demostración que el hombre se puede transformar en una verdadera bestia", afirmó y añadió que "en momentos de tanto odio, lo que estamos haciendo aquí es una contribución a la paz" y, en ese sentido, subrayó la "centralidad de los organismos de derechos humanos; las madres y las abuelas en esas batallas por la paz, y supieron vencer".
En todo el mundo, solo 6 lugares dedicados a la memoria son considerados patrimonio mundial por la UNESCO: el Memorial de la Paz en Hiroshima, Japón; la prisión de Roben Island en Sudáfrica; el Campo de Concentración y Exterminio Nazi Auschwitz-Birkenau en Polonia; la Isla de Gorée en Senegal y El Muelle de Valongo en Brasil; el Puente Viejo en Bosnia y Herzegovina.