La Plata, además de ser la capital de la Provincia de Buenos Aires, es considerada la "París de Argentina". Al igual que varios puntos de nuestro país, la influencia de la arquitectura francesa es notable en la "ciudad de la Capitales", pues cuenta con el encanto del estilo Art Nouveau.
La Plata fue fundada el 19 de noviembre de 1882 y está diseñada dentro de un "Cuadrado Perfecto". Posee 23 parques y plazas, con un gran pulmón verde al que se lo conoce como “Paseo del Bosque” y la destaca su “conjunción perfecta entre lo clásico y lo innovador”, tal y como explica el sitio oficial de Turismo de la ciudad.
Con más de 900 mil habitantes está ubicada a 56 km de la Ciudad de Buenos Aires, a tan sólo unos 40 minutos en auto por autopista. Arquitectura, gastronomía, museos, compras, aire libre, cultura y eventos, La Plata lo tiene todo para una escapada. Además, fue la primera ciudad con “luz eléctrica pública” y semáforos. De hecho, la Plaza San Martín iluminada podía verse desde la ciudad uruguaya de Colonia, al otro lado del Río de La Plata.
Por qué La Plata es la "París argentina"
Gran parte de la arquitectura de La Plata está inspirada en el estilo Art Nouveau, que se caracteriza por rechazar el "neoclasismo y romanticismo". Para ello se destaca por las formas sinuosas con diseños orgánicamente fluidos y asimétricos, que tienen inspiración en la naturaleza con líneas curvas compuestos de materiales modernos como el hierro, el vidrio o la cerámica.
Entre sus joyas, se destaca el Palacio Gibert, que está ubicado en la Diagonal 80, número 723. El inmueble se convirtió en la sede de la Universidad del Este. Lo mismo ocurre con el Palacio Achinelly, del año 1911, y la ex sede de la Casa Boo, de 1913.
El “Palacio las flores” con una imponente torre, se ubica en la Calle 12 y la 58, es otro destacable. Mientras que la estación del tren Roca de La Plata también fue diseñada bajo el mismo arte, aunque con las remodelaciones fue perdiendo hierros y detalles, aunque conserva sus curvas.
Edificios como la residencia del Gobernador o el petit hotel de diagonal 80 y 46, fuentes como “Las cuatro estaciones” de Plaza Moreno, las pequeñas estatuas de la Libertad de las escaleras de Casa de Gobierno y otras tantas piezas de la fundición Val d´Osde que decoran la Ciudad son muestra de la influencia que ejerció Francia en La Plata desde el momento mismo de su planificación.
“El estilo afrancesado nace en L´ École de Beaux Arts, pero en el país y en La Plata los estilos europeos llegaron de manera posterior a su surgimiento en Europa y se fueron mezclando, por eso no hay estilos puros y se habla de eclecticismos”, explicó Marcela Nacarate, arquitecta especializada en Patrimonio, en diálogo con El Día. Un claro ejemplo de esa mezcla, señala, es el Pasaje Dardo Rocha, que nació italiano como terminal ferroviaria y terminó afrancesado después de una intervención en el techo, que hoy muestra la típica mansarda, ese piso extra con tejuelas de laja generalmente negras y pequeñas ventanas que algunos llaman altillo o buhardilla.