A 6 años de la desaparición y muerte de Johana Ramallo, su madre renovó el pedido de justicia: "Para ella y para todas nuestras Johanas"

Johana, de 23 años, desapareció a fines de julio del 2017 y su cadáver fue hallado mutilado un año más tarde en Berisso, en el marco de una red de trata de personas. Hay ocho procesados.

26 de julio, 2023 | 13.32

La madre de Johana Ramallo, la joven desaparecida a fines de julio del 2017 en un contexto de trata de personas y cuyo cadáver mutilado fue hallado en las costas de la ciudad de Berisso un año después, renovó su pedido de justicia al cumplirse este miércoles seis años de la última vez que vio a su hija con vida. "Esperemos que el Poder Judicial avance en favor de la memoria de todas nuestras Johanas a las que redes de trata no dejaron volver a sus casas", expresó Marta, la madre de Ramallo, en declaraciones a Télam. La joven tenía 23 años al momento de su desaparición y vivía con su madre y su pequeña hija, luego de separarse de su pareja.

En la jornada de hoy, familiares y amigos recordarán a Johana "con alegría" como vienen haciendo hace seis años. Desde las 17 hs realizarán una nueva señalización en los tribunales federales de las calles 8 y 50 luego de que la instalada el año pasado fue vandalizada y destruida. Sobre esto, la madre de la joven asesinada expuso: "El 18 de junio encontré la imagen de Johana en dos pedazos, con la misma maldad con que me devolvieron a mi hija. Hoy vamos a reconstruir esa imagen y pedir justicia. Queremos un 'Nunca más' para nuestras pibas, que sean recordadas después de asesinadas y que no les falten más el respeto a sus memorias". Y aseguró: "Vamos a seguir peleando por justicia para ella y para todas nuestras Johanas".

"Johana pasó a ser hija de cada una de las compañeras, de toda la ciudad de La Plata, porque todas pidieron aparición con vida, todas llevaron su bandera de lucha, todas colgaron en alto el cartel de 'devuelvan a Johana' y pidieron justicia por ella estos seis años. No estamos solas en esta lucha", enfatizó. 

Sobre su pérdida, marcó: "El dolor sigue siendo el mismo, los días pasan y el dolor aumenta porque no tenemos derechos nosotros como familiares de víctimas de femicidio o transfemicidio de hacer un duelo porque debemos salir a luchar". Y, finalmente, sentenció: "A nuestras pibas las desaparecen para ser prostituidas, descuartizadas, desechadas, asesinadas víctimas de un sistema de consumición, víctimas de la crueldad de gente que sigue haciendo de la vida de nuestras pibas todo esta crueldad que se llevó la vida de Johana".

Desaparición y muerte de Johana Ramallo: repaso del caso

Johana Ramallo fue vista por última vez el 26 de julio de 2017, al salir de su domicilio con la promesa que regresaría a las 20.30 de ese día. Casi dos meses antes de desaparecer, y después de enfrentar su separación, la joven de 23 años regresó a la casa de su madre y, debido a su dificil situación económica, tomó la decisión de prostituirse.

La última imagen de Johana con vida fue tomada por la cámara de seguridad de una estación de servicio situada en las calles 1 y 63 de La Plata, en la que se la ve entrando a un baño ese mismo día, poco después de salir de su hogar. Los restos de su cuerpo fueron hallados en las costas de la ciudad de Berisso en agosto de 2018, aunque no fueron identificados como pertenecientes a la joven hasta el año 2019.

Johana Ramallo fue vista por última vez el 26 de julio de 2017

En el marco de la causa, a cargo del juez federal 1 platense, Alejo Ramos Padilla, ya son ocho las personas procesadas por el caso: Nicole Guerra Guerrero; Sayuri Valentina León; Andrea Barreto Clavijo; Celia Noemí Giménez; Carlos Linares, conocido como "Carlitos" o "El Peruano"; Mirko Galarza; Celia Andreza Benítez, apodada "La misionera", y Paola Erika Garraza, llamada también "Tormenta". Según la hipótesis del juzgado de instrucción, la explotación sexual y la venta de drogas crearon el escenario propicio para que la joven desapareciera.

Para los pesquisas, "El Peruano" era uno de los dos grandes proveedores de drogas del barrio y le vendía cocaína, principalmente, a un grupo de mujeres cis y trans al momento de la desaparición de la joven, quienes a su vez la comercializaban con sus clientes. Linares también le entregaba la droga a Carlos "El Cabezón" Rodríguez, un hombre que trabajaba de taxista y mantenía una relación sexo-afectiva con Johana, que ya está procesado por explotación sexual de la joven.

"Desde que la causa pasó a manos del juez Ramos Padilla, hubo un giro enorme y ahora hay varios procesados. Venían de estar cinco años sin una línea fija de investigación, sin imputados, sin una mirada con perspectiva de género hacia las pibas en estado de prostitución y consumo. Hoy podemos decir que a través del giro que dio la causa, tenemos dos imputados que van a ser sentados en el banquillo de los acusados y tenemos herramientas suficientes para poder elevar la causa a juicio", indicó Marta, la madre de Johanna.

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