¿Su jefe le envía mensajes de WhatsApp, correos electrónicos y lo llama por teléfono durante el fin de semana? ¿El mail del trabajo no deja de sonar mucho después de que terminó su jornada laboral y está descansando en su casa? En las últimas horas, se confirmó que una nueva ley conocida como "Derecho a la desconexión" podrá beneficiar desde ahora a que los trabajadores puedan ignorar esas y otras intrusiones en su vida privada por parte de jefes y empleadores.
La nueva ley tiene como objetivo frenar la intromisión de los correos electrónicos y las llamadas del trabajo en la vida personal. La nueva norma aprobada en Australia entró en vigor esta semana, por lo que esto significa que los empleados, en la mayoría de los casos, no pueden ser sancionados por negarse a leer o responder a los contactos de sus jefes fuera del horario laboral.
Desde la pandemia de Covid-19 aumentó la actividad de mensajes fuera del horario laboral
Los partidarios dicen que la ley da a los trabajadores la confianza necesaria para oponerse a la constante invasión de su vida personal por los correos electrónicos, mensajes de texto y llamadas del trabajo, una tendencia que se ha acelerado desde que la pandemia del COVID-19 alteró la división entre el hogar y el trabajo.
"Antes de que existiera la tecnología digital no había invasión, la gente se iba a casa al final de un turno y no había contacto hasta que volvían al día siguiente", afirma John Hopkins, profesor asociado de la Universidad Tecnológica de Swinburne. "Ahora, en todo el mundo es la norma tener correos electrónicos, SMS, llamadas telefónicas fuera de ese horario, incluso cuando se está de vacaciones", dijo el especialista.
Los australianos trabajaron un promedio de 281 horas extra no remuneradas en 2023, según una encuesta realizada el año pasado por el Instituto Australia, que estimó el valor monetario de ese trabajo en 130.000 millones de dólares australianos (88.000 millones de dólares estadounidenses). Los cambios añaden Australia a un grupo de aproximadamente dos docenas de países, la mayoría en Europa y América Latina, que tienen leyes similares.
En Francia ya existe una normativa
La pionera Francia introdujo la normativa en 2017 y un año después multó a la empresa de control de plagas Rentokil Initial con 60.000 euros (66.700 dólares) por exigir a un empleado que llevara siempre el teléfono encendido. Para atender urgencias y trabajos con horarios irregulares, la norma sigue permitiendo a los empresarios ponerse en contacto con sus trabajadores, que sólo podrán negarse a responder cuando sea razonable hacerlo.
MÁS INFO
Cómo funcionará la normativa en Australia
Determinar si una negativa es razonable dependerá del árbitro laboral australiano, la Fair Work Commission (FWC), que debe tener en cuenta la función del empleado, sus circunstancias personales y cómo y por qué se produjo el contacto. Australian Industry Group, un grupo empresarial de presión, afirma que la ambigüedad sobre cómo se aplica la norma creará confusión entre jefes y trabajadores. Los puestos de trabajo serán menos flexibles, lo que ralentizará la economía, añadió.
"Las leyes surgieron literal y figuradamente de la nada, se introdujeron sin apenas consultar sus efectos prácticos y han dejado poco tiempo a los empresarios para prepararse", dijo el grupo el jueves. La presidenta del Consejo Australiano de Sindicatos, Michele O'Neil, dijo que la salvedad incluida en la ley significa que no interferirá con las peticiones razonables. Por el contrario, evitará que los trabajadores paguen el precio de una mala planificación por parte de la dirección. "Creemos que esto hará que los jefes se paren a pensar si realmente necesitan enviar ese mensaje de texto o ese correo electrónico".
Con información de Reuters