Este miércoles, el subte de la Ciudad de Buenos Aires será nuevamente escenario de un paro rotativo en todas sus líneas. La medida de fuerza, impulsada por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP), se realizará en homenaje al trabajador Jorge Navarro, fallecido por cáncer de pulmón debido a la exposición al asbesto, según denuncia el gremio.
Este mineral, prohibido en Argentina desde 2003 por su alta toxicidad, sigue presente en diversas formaciones del subte, lo que genera preocupación entre empleados y usuarios.
Horarios del paro y líneas afectadas
El paro será escalonado y afectará a todas las líneas del subte y el Premetro:
- Líneas A y B: de 10 a 12.
- Líneas D y H: de 12 a 14.
- Líneas C, E y Premetro: de 14 a 16.
La problemática del asbesto: qué daños genera
El fallecimiento de Jorge Navarro, empleado del Taller Constitución, reavivó el reclamo de los metrodelegados por la presencia de asbesto en la red de subterráneos. Este mineral, utilizado históricamente como aislante, fue prohibido en Argentina en 2003 por su vínculo con graves enfermedades pulmonares, como la asbestosis y el cáncer de pulmón.
Desde la AGTSyP exigen la eliminación total del asbesto de la red y la adquisición de nuevas flotas libres de este material. "El asbesto sigue enfermando y matando a nuestros compañeros", manifestaron en un comunicado, responsabilizando a la empresa concesionaria Emova y al Gobierno de la Ciudad por no actuar con mayor celeridad.
La respuesta oficial de la empresa
Por su parte, Subterráneos de Buenos Aires S.E. (Sbase) y Emova aseguraron que, desde 2018, se avanza con un plan integral de desasbestización. Según informaron, se realizaron más de 3.000 estudios de calidad de aire, cuyos resultados cumplen con los límites legales. Además, detallaron que las flotas de las líneas A, D y H, que cuentan con los trenes más nuevos, "están libres de asbesto".
Asimismo, se completaron etapas de desasbestizado en modelos antiguos, como los Mitsubishi de la Línea B y los Materfer del Premetro. Sin embargo, flotas usadas, como las CAF 6000 de la Línea B, adquiridas del Metro de Madrid, siguen siendo un foco de conflicto.
Un problema de salud pública
El asbesto es un peligro latente no solo para los trabajadores, sino también para usuarios y vecinos de la red. Sus fibras, invisibles al ojo humano, pueden permanecer en el aire durante largos períodos, incrementando el riesgo de exposición.
Desde Emova y Sbase destacan que el plan de desasbestización incluye protocolos estrictos para garantizar la seguridad de empleados y pasajeros. Sin embargo, los reclamos gremiales evidencian que la situación está lejos de resolverse. Este nuevo paro subraya la necesidad urgente de soluciones definitivas para proteger la salud de quienes diariamente utilizan y trabajan en el subte.