Uno de cada cuatro argentinos usa únicamente el sistema público de salud, según un estudio sobre el acceso y percepción de la salud en el país que analizó los comportamientos de los argentinos con los sistemas sanitarios tanto públicos como privados. Otro de los datos que se destaca en el trabajo es que, pese a la alta inflación, el 78% dijo no haber cambiado la forma en la que accede al sistema de salud, sea público o privado.
El “Estudio sobre acceso y percepción de la salud en Argentina” de la Fundación Colsecor se realizó entre el 11 y el 27 de noviembre de 2022 y relevó 1.480 casos. Las consideraciones a evaluar fueron varias: sexo, ciudad, estudios, infraestructura, cercanía, médicos y enfermeros.
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Las encuestas arrojaron que uno de cada cuatro argentinos usa únicamente el sistema público de salud. Se trata del 26% de los encuestados. Por otro lado, un 32%, es decir, tres de cada diez argentinos, tiene una obra social o prepaga y usa solamente el sistema de salud privado. Según estos datos, son más los argentinos que usan exclusivamente el sistema privado que los que usan solo el público.
Respecto a la geografía, en las ciudades con menos de 10 mil habitantes, el 41% afirmó que, aún teniendo obra social, usa indistintamente el servicio público o privado. Pero entre quienes habitan en ciudades grandes, de más de 100 mil habitantes, solo un 29% usa el servicio indistintamente. En tanto, en ciudades grandes, incluso con prepaga, un 41% recurre con más frecuencia al sistema de salud privado, frente a un 23% que usa el servicio pago en las localidades pequeñas.
Es decir que en las ciudades más grandes se elige más el sistema privado que en los pueblos más pequeños.
“El sistema de salud privado es más elegido por los varones (36%) que por las mujeres (30%). (...) Las mujeres acceden más de manera gratuita a la salud ya que usan más el servicio público que los varones, 29% y 21% respectivamente”, agregó el estudio. Mientras que respecto a nivel de estudios, los que completaron el universitario eligen el sistema pago en un 44%, frente a un 17% entre quienes no completaron el secundario.
Cambios de acceso a la salud por cuestiones económicas
Respecto a la situación económica actual, marcada por el aumento constante de precios, el 78% contestó que no cambió la forma en la que accede a ser tratado, en hospitales o clínicas. Entre quienes sí hicieron cambios, en cambio, un 14% dijo que pasó de una obra social o prepaga a otra más barata (frente al 5% de los y las jóvenes y al 6% de las personas de 60 años o más); un 6% afirmó que antes pagaba prácticas médicas de forma particular y que ahora accede a ellas a través del servicio público. Por otro lado, un 7% explicó que tenía una obra social o prepaga y empezó a usar el sistema público. “A las mujeres el costo y la inflación les incide más que a los varones”, remarcó el estudio.
En esta línea, los varones cambiaron menos que las mujeres ya que, en un 84% ellos no realizaron cambios en el acceso a la salud en el último año, mientras que ellas no hicieron cambios en un 74%. “Así, parece que a las mujeres el costo y la inflación les incide más que a los varones”, completó la investigación.
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La inflación también afectó a la franja etaria los 25 y 39 años, que indicaron no haber cambiado en un 65%, frente al 87% de los y las jóvenes entre 15 y 24 años que no realizaron cambios, o las personas de 60 años o más que indican no haber cambiado en un 82%.
Dentro del grupo más afectado, de entre 25 y 39 años, un 14% indica que cambió su obra social por una más barata; un 10% dijo que pagaba prácticas médicas de forma particular y ahora algunas las hace en el servicio público; y un 7% explicó que tenía una prepaga y empezó a usar el sistema público.