El papa Francisco, de 86 años, se encuentra hospitalizado desde el pasado miércoles en el Policlínico A. Gemelli a causa de una infección respiratoria -excluida la infección por COVID- y, según indicaron fuentes del Vaticano, el cuadro clínico "mejora progresivamente" mientras continúan realizando tratamientos programados. De todas maneras, requerirá unos días de tratamiento médico hospitalario por lo cual debió cancelar la agenda de los próximos días.
Según diversas fuentes se trata de una bronquitis de base infecciosa, es decir, una inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan aire hacia adentro y fuera de los pulmones. Dicha inflamación aguda es una enfermedad muy frecuente y, a menudo, se produce a partir de un resfrío u otra infección respiratoria. También puede ser una enfermedad crónica: esta indica una irritación o inflamación continua de los bronquios -en los/as fumadoras, es muy común-.
Los síntomas de la bronquitis aguda pueden ser tos, producción de mucosidad (esputo) -puede ser transparente, blanca, color gris amarillento o verde-, fatiga, dificultad para respirar, fiebre ligera, escalofríos y molestia en el pecho. Es decir, se trata de una sintomatología similar a la de un resfrío con dolores generalizados y dolores de cabeza leves. Estos pueden mejorar en una semana o diez días pero la tosa se puede mantener por algunas semanas.
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Por lo general, la bronquitis es causada por los mismos virus que causan resfríos y la gripe (influenza); como bien se conoce, los antibióticos no matan a los virus por lo cual los medicamentos no suelen ser útiles en estos casos.
"Su Santidad el Papa Francisco descansó bien durante la noche. El cuadro clínico mejora progresivamente y continúan los tratamientos programados", informó Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa del Vaticano, a los medios de comunicación. Y detalló: "Después de desayunar, leyó algunos periódicos y volvió al trabajo. Antes del almuerzo, se dirigió a la pequeña capilla del apartamento privado, donde se reunió en oración y recibió la Eucaristía".
"Estoy conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración", escribió -en forma de agradecimiento- el Sumo Pontífice a través de sus redes sociales.