La migraña puede causar un dolor intenso o una sensación de latido en la cabeza, generalmente de un solo lado. A menudo suele estar acompañada de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz y al sonido. Los ataques de migraña pueden durar de horas a días, y el dolor puede ser tan intenso que interfiere en tus actividades diarias.
Algunas personas experimentan un síntoma de advertencia conocido como aura que ocurre antes o con el dolor de cabeza. Un aura puede incluir alteraciones visuales, como destellos de luz o puntos ciegos, u otras alteraciones, como hormigueo en un lado de la cara o en un brazo o pierna y dificultad para hablar.
Los medicamentos pueden ayudar a prevenir algunas migrañas y hacerlas menos dolorosas. Los medicamentos correctos en combinación con medidas de autoayuda y cambios en el estilo de vida pueden ayudarte.
Qué es la migraña
En primer lugar, es importante no mezclar los conceptos de migraña y cefalea. Ni todos los dolores de cabeza son migrañas, ni todas las migrañas cursan con dolores de cabeza. La cefalea o dolor de cabeza es una de las formas más comunes de dolor. Aunque su causa es desconocida, el dolor que la produce se debe a una dilatación de las arterias situadas en el cráneo.
Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
Aunque la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones. Si se tiene en cuenta que más del 50 por ciento de las personas con migraña tienen familiares que también la padecen, es de suponer que la tendencia puede estar transmitida genéticamente. En general, el dolor de la migraña es más grave que las cefaleas tensionales.
Síntomas de la migraña
No se dispone de ninguna prueba de laboratorio que sea útil para el diagnóstico de la migraña, aunque, debido a su patrón específico del dolor, suele resultar fácil identificarla. Alrededor del 20 por ciento de las personas manifiestan síntomas de depresión, irritabilidad, inquietud, náuseas o falta de apetito, que aparecen unos 10 o 30 minutos antes de iniciarse el dolor de cabeza (período denominado aura o pródromo).
Un porcentaje similar de personas pierde la visión en un área específica (denominado punto ciego o escotoma), o perciben luces dispersas o centelleantes; con menos frecuencia sufren una distorsión de las imágenes, como, por ejemplo, cuando los objetos parecen más pequeños o más grandes de lo que en realidad son. Algunas personas experimentan sensaciones de hormigueo o, con menor frecuencia, debilidad en un brazo o pierna. Es habitual que estos síntomas desaparezcan poco antes de iniciarse la cefalea, pero a veces se mezclan con el dolor.
Tipos de migraña
Existen diversos tipos de migrañas: la migraña con aura está precedida de alteraciones de visuales, como manchas negras en el campo visual o visión de puntos o líneas luminosa. La migraña acompañada aparece con pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo o con alteraciones en el sistema nervioso central. Otro tipo de migraña, sin cefalea, se caracteriza por vómitos, náuseas y abatimiento, sin que aparezca dolor de cabeza. El 90% de los pacientes sufren los tipos de migraña más frecuentes, que son:
Cefalea de tensión
Es un dolor leve o moderado. Puede estar provocado por el estrés, malas posturas, fatiga o depresión.
Cefalea de racimo
Es más frecuente en mujeres. Se trata de un dolor en uno de los lados de la cabeza que se extiende hasta llegar al ojo. Puede durar unos 15 minutos y, a menudo, ocurre por la noche.
Migrañas o jaquecas
Constituye un conjunto de síntomas entre los que se encuentran, además del dolor de cabeza, vómitos, náuseas, sensibilidad a la luz y al ruido. Las migrañas son trastornos que tienen base hereditaria. El dolor suele localizarse en una parte de la cabeza o en toda. Tiene un carácter pulsátil y se acompaña de un malestar generalizado. Este dolor empeora, normalmente, con la actividad física y mejora con el reposo. Afecta a 17 de cada 100 mujeres y a un 5% de los hombres.
Migrañas con aura
La migraña con aura afecta a entre un 15% y un 30% de las personas que padecen esta patología y se distingue del resto de tipos de migraña por la aparición de síntomas que pueden afectar a la vista o el tacto, e incluso, a la capacidad de hablar. Como señala Sonia Santos, Neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, "en la migraña con aura, la diferencia fundamental respecto a los pacientes que no la tienen, es la presencia de una focalidad neurológica y transitoria, que se produce habitualmente antes del dolor de cabeza. Los síntomas se instauran de forma progresiva en más de 5 minutos y se mantienen una hora, aunque habitualmente duran 20-30 minutos".
El aura visual es el tipo más común y se caracteriza por la aparición de destellos luminosos en el campo visual del paciente, que se desplazan de un lado a otro durante el ataque. Por otro lado, también hay que diferenciar el aura sensitiva, la segunda más frecuente, que suele iniciarse con hormigueos en la punta de los dedos de una mano que ascienden hasta el hombro y, finalmente, pueden manifestarse en la comisura de la boca y la lengua.
Por último, distinguimos dentro de los tipos más comunes el aura del lenguaje, aunque es el menos frecuente de los tres, que puede provocar problemas de comprensión o dificultades a la hora de articular palabras. Este último tipo suele aparecer acompañado de otros síntomas visuales o sensitivos. Existen también otras clases de aura mucho menos frecuentes, como el aura retiniana, que suele afectar a un solo ojo, el aura del troncoencéfalo, asociada a síntomas visuales, sensitivos o del lenguaje y, por último, el aura motora, que puede llegar a ocasionar una parálisis temporal, parcial o total de un lado del cuerpo y la alteración de la consciencia, que puede durar hasta 24 horas.