En Montreal, Canadá, la 24° Conferencia Internacional de Sida acaba de concluir con una novedad que los especialistas consideran trascendente: una nueva droga, el Cabotegravir (conocida como CAB-LA, de ViiV Healthcare), permite prevenir la infección con VIH con una inyección que se administra una vez cada dos meses. La Organización Mundial de la Salud la respaldó, y recomendó a los países que la utilicen en cuanto puedan. Puede significar un antes y un después para personas en grupos de alto riesgo y para aquellos cuyas parejas tienen VIH.
CAB-LA es discreto y altamente efectivo, consigna Sarah Boseley en The Guardian. Pero su costo es alto: de 240 a 270 dólares anuales por paciente. Ejecutivos de la compañía productora están en conversaciones con distintos grupos no gubernamentales para estudiar cómo reducir el precio y anunciaron un acuerdo que permitiría a tres empresas de genéricos producir copias económicas, pero eso llevaría unos cinco años.
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“Realmente es una medicación que puede cambiar el mundo”, opinó desde Montreal el infectólogo argentino Omar Sued, actual asesor Regional de Tratamiento de VIH para América latina y el Caribe en la OPS.
Por otra parte, en la Argentina Laboratorios Richmond presenta hoy una nueva fórmula que reúne en un único comprimido diario tres antirretrovirales: Dolutegravir (DTG) con Emtricitabina (FTC) y Tenofovir AF (TAF). Aunque esta misma combinación ya la está entregando el Programa Nacional de VIH y figura en las guías del Ministerio de Salud de la Nación como primera recomendación para el tratamiento de pacientes embarazadas, esta es la primera versión producida en el país.
“Realmente es una medicación que puede cambiar el mundo”
“En la Argentina ya hay coformulados de tres drogas, los usamos desde hace bastante, tanto en el ámbito público como privado”, aclara Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología.
Pero, también desde Montreal, Pedro Cahn destaca que esta es la versión genérica de los tres fármacos. “Tenemos otra opción de tratamiento de una combinación que normalmente no viene de la industria generadora de novedades porque TAF es de Gilead y DTG de Glaxo. La industria genérica puede hacer esto. Es una buena noticia”.
En el país, se estima que hay 140 mil personas viviendo con VIH, de los cuales más del 70% recibe una terapia antirretroviral que permite reducir la presencia del virus en el organismo, controlar la enfermedad, aumentar la adherencia al tratamiento y alcanzar una carga viral indetectable, con lo que se evita la transmisión.
“Es una nueva combinación en dosis única del tratamiento de referencia de inicio hoy en todo el mundo –explica Elvira Zini, directora científica de Laboratorios Richmond–. Representa una oportunidad más de mejorar la adherencia al tratamiento. Otra ventaja que tienen estos comprimidos, respecto de los tradicionales, es que son pequeños, muy fácil de deglutir. Y se pueden dar a un amplio perfil de pacientes, inclusive embarazadas”.
En las últimas décadas, los tratamientos disponibles son cada vez más eficaces, seguros y fáciles de administrar. Pero aun así, la adherencia sigue siendo uno de los mayores obstáculos en la lucha contra esta enfermedad, afirma Richmond en un comunicado. Esta formulación se toma una vez por día, con o sin alimentos.
De acuerdo con Sued, en el mundo existe una fórmula similar con Bictegravir, pero el Dolutegravir, al ser genérico, es más barato. “Es un buen avance –opina–. La combinación está recomendada por la OMS y tiene muy poca toxicidad, mejor perfil de seguridad para los que tienen problemas renales u osteoporosis. Siempre es muy buena noticia tener medicamentos que conjugan distintos antirretrovirales en un solo comprimido porque mejoran la adherencia”.
Según explica Zini, el laboratorio tiene amplia experiencia en fármacos que combinan varios antirretrovirales. “Hace más de 20 a 25 años que trabajamos en esto –comenta–. Lanzamos 25 productos para el VIH, 18 de los cuales fueron el primer genérico en la Argentina. Tenemos cinco combinaciones propias y esto es un hito más en el trabajo que venimos haciendo desde hace mucho. En la región no existe otro país que produzca esta combinación. No solo mejora el costo total de tratamiento, sino que simplifica la distribución y el almacenaje”.