Hipertensión arterial pulmonar, una enfermedad silenciosa que tarda 16 meses en diagnosticarse

En Argentina, más de la mitad de los pacientes reciben un diagnóstico erróneo inicial.  Cuáles son sus síntomas y por qué es importante detectarla a tiempo.

19 de marzo, 2025 | 13.13
Médico y paciente. Médico y paciente.

La hipertensión arterial pulmonar (HAP) es una enfermedad poco frecuente, pero con un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen. En Argentina, diagnosticarla no es tarea fácil: los pacientes tardan, en promedio, 16 meses en recibir un diagnóstico definitivo desde que aparecen los primeros síntomas.

¿Qué es la hipertensión arterial pulmonar?

La HAP es una enfermedad progresiva que afecta a las arterias de los pulmones. Estas se estrechan, se bloquean o incluso se destruyen, lo que dificulta el flujo sanguíneo y aumenta la presión en las arterias pulmonares. Como consecuencia, el corazón debe esforzarse más para bombear sangre, lo que puede derivar en insuficiencia cardíaca y, en casos graves, poner en riesgo la vida del paciente.

Aunque con los avances médicos hubo mejoras en el tratamiento, el diagnóstico sigue siendo un verdadero desafío. Los síntomas suelen confundirse con otras enfermedades respiratorias comunes, como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). De hecho, según una informe de la MSD Argentina, el 57% de los pacientes fue diagnosticado inicialmente de manera incorrecta.

El impacto de la HAP en Argentina

En nuestro país, la HAP afecta principalmente a mujeres (más del 70% de los casos) y la edad promedio de diagnóstico es de 53 años. La causa más común es la HAP asociada a otras enfermedades (APAH), que representa el 60% de los casos. Entre las afecciones más frecuentes vinculadas se encuentran:

  • Enfermedades del tejido conectivo (54%), como lupus, esclerodermia y artritis reumatoide.

  • Enfermedades cardíacas congénitas (32%), presentes desde el nacimiento.

En Argentina, el 57% de los pacientes recibe un diagnóstico erróneo inicial.

Además, un 37% de los casos corresponden a la HAP idiopática (de origen desconocido), mientras que solo un 3% son hereditarios.

Síntomas que no deberías ignorar

En las etapas iniciales, la HAP puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que avanza, los signos comienzan a manifestarse y dificultan las actividades cotidianas. Estos son los principales síntomas a los que debés prestar atención:

  • Dificultad para respirar: primero durante el ejercicio y luego incluso en reposo.

  • Hinchazón: en pies, piernas, abdomen y cuello.

  • Palpitaciones y dolor en el pecho: sensación de pulso acelerado o presión en el pecho.

  • Mareos y fatiga persistente: sensación de cansancio extremo sin causa aparente.

  • Coloración azulada: en labios y dedos debido a la falta de oxígeno.

“Es fundamental prestar atención a estos síntomas y conversar con el médico, ya que una detección temprana posibilita un abordaje terapéutico oportuno, lo que no solo contribuye a ser más eficaces en la definición del tratamiento, sino también a preservar la calidad de vida del paciente”, explica el doctor Jorge Caneva, Jefe de Neumonología de la Fundación Favaloro.

¿Por qué es tan difícil de diagnosticar?

Uno de los mayores desafíos de la HAP es que sus síntomas se superponen con los de otras enfermedades. En Argentina, el 22% de los pacientes recibe inicialmente un diagnóstico de asma, el 11% de neumonía, el 9% de ansiedad o EPOC y el 8% de afecciones cardíacas.

Para confirmar la HAP, los médicos recurren a una serie de estudios específicos:

  • Análisis de sangre: para evaluar la función tiroidea, hepática y detectar enfermedades autoinmunes.

  • Electrocardiograma: para conocer la actividad eléctrica del corazón.

  • Pruebas de función pulmonar: para descartar asma o EPOC.

  • Ecocardiograma: para verificar el tamaño y estado de las cavidades cardíacas.

  • Cateterismo cardíaco derecho: para medir directamente la presión arterial en los pulmones.

¿Cuál es el tratamiento para la hipertensión arterial pulmonar?

Aunque la HAP no tiene cura, en 2024 se aprobó en Argentina un nuevo tratamiento destinado a adultos con HAP del grupo 1 de la Organización Mundial de la Salud. Este avance terapéutico, autorizado por la ANMAT, se suma a las opciones existentes y representa un paso adelante en el manejo de la enfermedad.

“La colaboración con la comunidad médica y el desarrollo de soluciones terapéuticas de vanguardia son esenciales para transformar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad”, destaca Virginia Verdaguer, Directora Médica de MSD Argentina.