El Virus papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual viral (ITS) más común. La forma de transmisión es por contacto directo a través de la piel y mucosas, principalmente durante el contacto sexual. Afecta tanto a varones como a mujeres. Existen muchos tipos de VPH capaces de causar complicaciones que van desde verrugas genitales hasta distintos tipos de cánceres. El cáncer más frecuentemente causado por este virus se da en la mujer y se trata del cáncer del cuello de útero, pero no es el único. Bien vale la pena conocer cuál es la vacuna para combatirla y por qué es tan importante dársela. La educación sexual integral, los chequeos ginecológicos de rutina y la vacunación son herramientas claves para prevenir el VPH.
En la actualidad, existe una sola vacuna disponible en Argentina para la prevención del VPH, que protege contra los tipos 16 y 18 del virus (considerados de “alto riesgo” por estar asociados con cánceres tanto en varones como en mujeres) y contra los tipos 6 y 11 (que causan el 90% de los casos de verrugas genitales).
La vacuna contra el VPH está en el Calendario Nacional de Vacunación desde 2011 para todas las niñas de 11 años nacidas a partir del año 2000, y desde 2017 para todos los varones de 11 años nacidos a partir del año 2006, con un esquema de dos dosis. Las personas que viven con VIH, al igual que los trasplantados de órganos sólidos o células hematopoyéticas que tengan entre 11 y 26 años, también están incluidos en la estrategia de vacunación dispuesta por el Ministerio de Salud, con un esquema de 3 dosis.
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Qué es el cáncer de útero
Se origina cuando las células sanas del útero cambian y proliferan sin control, por lo que así forman una masa llamada tumor. El mismo puede ser canceroso o benigno, aunque el maligno significa que puede crecer y diseminarse a otras partes del cuerpo. Por ende, debe ser atacado rápidamente y de la forma más efectiva posible. En la mayoría de los casos comienzan en la capa de las células que forman el revestimiento (endometrio) del útero.
Los síntomas y factores de riesgo
El sobrepeso y la menstruación precoz son las principales alarmas, mientras que los indicadores más concretos suelen ser el sangrado vaginal después de la menopausia y el intenso sangrado entre los períodos menstruales. También puede haber fuerte dolor en la pelvis, pérdida de peso, menstruación anormal o irregular y dolencias durante o después de las relaciones sexuales.
El tratamiento
Si bien la cirugía para extirpar el útero es el tratamiento principal para la mayoría de las mujeres con cáncer de útero, los casos avanzados pueden necesitar incluso de la quimioterapia o de la radioterapia. Ante todo, consultar al médico ginecólogo o al obstetra para que realicen sus análisis de laboratorio o estudios de diagnóstico por imágenes.