El desayuno es una de las comidas más importantes del día, por lo que es fundamental elegir los alimentos adecuados para comenzar bien la jornada. Según el Dr. Valter Longo, experto en longevidad, el desayuno puede influir en nuestra esperanza de vida e incluso llegar a los 100 años.
Longo recomienda un desayuno equilibrado y saludable, compuesto por cereales integrales, frutos secos y fruta. Él mismo sigue esta recomendación todas las mañanas. Su desayuno incluye friselle, un pan de trigo integral originario del sur de Italia, al que le agregó mantequilla de almendra y lo acompañó con una manzana.
La friselle, además de ser un pan sabroso, tiene múltiples beneficios para la salud. Su alto contenido en fibra ayuda a mantener estables los niveles de glucosa en sangre, evitando los picos de azúcar que pueden causar problemas metabólicos a largo plazo. También favorece la salud digestiva al promover un tránsito intestinal regular y prevenir el estreñimiento.
Los cereales integrales, como la friselle, están asociados con una mayor esperanza de vida debido a la reducción del riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, según estudios científicos.
La mantequilla de almendra, por su parte, es una excelente fuente de grasas saludables, proteínas vegetales y fibra. Además, las almendras son ricas en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular.
Acompañar estas tostadas con una manzana también contribuye a una dieta orientada hacia la longevidad. Esta fruta es rica en fibra soluble, que promovió una flora intestinal saludable. Un intestino sano es fundamental para un sistema inmunológico fuerte y una menor inflamación en el cuerpo, factores importantes para vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.
Además, las manzanas son una fuente de antioxidantes, como la quercetina, que tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Estos antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres en el cuerpo, que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y desarrollo de enfermedades crónicas.
Asimismo, el consumo regular de manzanas se relacionó con la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer, como el cáncer de colon.
Qué son las "Blue Zones": allí viven las personas más longevas del mundo
En el mundo existen cinco comunidades únicas donde las personas son más felices y viven mucho más tiempo. Estos lugares, conocidos como "Blue Zones" o Zonas Azules, son regiones geográficas en las que sus habitantes tienen una baja incidencia de enfermedades y vidas excepcionalmente largas, superando los 80 años cuando el promedio global es de 73.
Una de estas Zonas Azules se encuentra en Cerdeña, Italia. En la provincia de Nuoro, en las regiones montañosas, los hombres que nacen localmente viven más tiempo que en el resto de la isla. Aunque las razones de esta longevidad aún no están claras, se cree que la dieta mediterránea tradicional de la zona, rica en verduras y grasas saludables, junto con una menor cantidad de productos lácteos y cárnicos, puede tener un impacto en la salud de los habitantes.
Otra Zona Azul se encuentra en Ikaria, una isla ubicada en el mar Egeo, frente a la costa de Turquía. Aquí, se registran algunas de las tasas de mortalidad más bajas del mundo, así como una menor incidencia de demencia en la mediana edad. Se cree que la dieta mediterránea de la isla, junto con un estilo de vida físicamente activo, contribuyó a la longevidad de sus habitantes.
Siguiendo en el continente europeo, encontramos las tierras altas montañosas de la isla italiana de Cerdeña. Aquí se concentra la mayor cantidad de hombres centenarios del mundo. La población de esta región consume una dieta baja en proteínas, lo cual se asocia con tasas más bajas de diabetes, cáncer y muerte en personas menores de 65 años.
En la península de Nicoya, en Costa Rica, la gente suele vivir hasta los 90 años o más. Esto se atribuye a una dieta simple, rica en maíz, frijoles y frutas, así como a un estilo de vida activo físicamente. La península tiene la tasa más baja del mundo de mortalidad en la mediana edad y la segunda mayor concentración de hombres centenarios.
Por último, en Loma Linda, California, encontramos otra Zona Azul. La mayoría de sus residentes son miembros de la comunidad adventista del séptimo día. Esta ciudad tiene una de las tasas de longevidad más altas de los Estados Unidos, con una proporción significativa de la población que vive más de 100 años. Se cree que su dieta vegetariana y su enfoque en la espiritualidad y el descanso son clave para su longevidad.