La preparación de viandas es una tarea común en muchos hogares argentinos, especialmente cuando los chicos van a la escuela o cuando los adultos tienen jornadas laborales extensas. Pero, ¿cómo asegurarnos de que estas viandas sean no solo deliciosas sino también seguras para nuestra salud y nutritivas?
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ofrece una serie de recomendaciones que resultan esenciales para lograrlo y te las contamos en este artículo.
Los consejos de la ANMAT para la preparación de la vianda
El primer paso, y quizás el más crucial, es el lavado de manos. Tanto para quien prepara la vianda como a la hora de comer, es imprescindible usar siempre agua segura y jabón. El proceso debe durar al menos 20 segundos, asegurando una limpieza completa de ambas manos, entre los dedos y bajo las uñas. Este paso puede reducir sensiblemente la posibilidad de que bacterias se alojen en los alimentos y terminen luego dañando nuestro organismo.
En ese sentido, mantener la higiene de la cocina es otro aspecto fundamental. Utilizá detergente para eliminar la grasa y la suciedad, y enjuagá con abundante agua. Para finalizar, podés repasar las superficies con un trapo con agua lavandina. Los recipientes utilizados para el transporte y conservación de alimentos deben lavarse diariamente con agua caliente y detergente.
Es vital enseñarles a los chicos a tener especial cuidado con los envases y a no dejar la lunchera, el tupper o los cubiertos en el piso. Otro consejo clave según la ANMAT es evitar la contaminación cruzada. Para eso es crucial separar los alimentos crudos de los cocidos y utilizar diferentes tablas de cortar y utensilios para cada tipo de alimento.
Preparación y conservación de los alimentos: qué recomienda la ANMAT
Los alimentos que formen parte de una vianda deben conservarse a temperaturas seguras, es decir, menos de 5º y más de 60º. Para eso, es recomendable utilizar envases aptos como recipientes de plástico o bolsas de cierre hermético. Estos no deben estar más de 2 horas expuestos a temperatura ambiente. De no ser posible, se recomienda la utilización de bolsas refrigerantes para mantener la temperatura el mayor tiempo posible.
En cuanto a los aderezos, como la mayonesa y la mostaza, es preferible llevarlos en sobres individuales cerrados y abrirlos en el momento de su uso. Este tipo de aderezos al estar a temperatura ambiente por algún tiempo pueden empezar a descomponerse y no estar aptos para la ingestión. Si en la escuela o en el lugar de trabajo no hay heladera, sólo se podrán llevar aquellos alimentos que no necesiten refrigeración, como panes y frutas desecadas. Si hay heladera, pero no se puede calentar la vianda, optá por alimentos que puedan consumirse fríos, como sándwiches y ensaladas.
Finalmente, en el caso de los chicos es importante tener en cuenta la nutrición. Elegí alimentos frescos y evitá preferiblemente los que hayan sobrado de la vianda del día anterior. Optá por alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras y proteínas magras, y evitá los alimentos altos en azúcares y grasas saturadas. Planificar las viandas con antelación te servirá para asegurarte de que sean equilibradas y variadas. Esto también te ayudará a hacer una compra más eficiente de los ingredientes necesarios.