Este martes, 8 de octubre, la Iglesia Católica celebra a santa Pelagia de Antioquía, una mujer mártir del siglo IV perteneciente a una familia importante de Antioquía, actual Siria También es conocida como la santa patrona de los arrepentidos.
Pelagia era una mujer pagana que un día tuvo la curiosidad de asistir a una reunión de cristianos. Allí, al escuchar al obispo hablar sobre la infinita misericordia de Dios, su corazón se conmovió y decidió convertirse a Cristo. Fue bautizada y, como muestra de su entrega total, repartió sus joyas y bienes entre los pobres, liberó a sus esclavos y vistió una humilde túnica.
Pero su historia no terminó allí. Pelagia, decidida a alejarse de su antigua vida, dejó Antioquía y se estableció como ermitaña en el monte de los Olivos, en Jerusalén. Allí construyó una pequeña celda y vivió como asceta durante varios años.
Para protegerse, Pelagia escondió su identidad de mujer y adoptó el nombre de "Pelagio". Durante el concilio de Antioquía, recibió la visita de un diácono sin revelarle su verdadera identidad. Pero al regreso del diácono, encontraron muerto al ermitaño, aparentemente como resultado de su intenso ascetismo. Fue entonces cuando descubrieron que Pelagio era, en realidad, una mujer.
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Santa Pelagia fue enterrada el 8 de octubre del año 468 en su celda. Al descubrir que el renombrado monje había sido una mujer, los santos patriarcas trataron de mantenerlo en secreto, pero el rumor se extendió y sus reliquias atrajeron a peregrinos de lugares tan lejos como Jericó y el valle del Jordán. Su tumba, en el Monte de los Olivos, es, hasta el día de hoy, un lugar de peregrinaje.
La historia de Pelagia es realmente impactante y mueve a la reflexión sobre la fortaleza y valentía de una mujer que decidió dejar todo por su fe. Aunque su figura se ocultara durante mucho tiempo detrás de la identidad masculina de Pelagio, su sacrificio por seguir a Cristo es reconocido y celebrado en la Iglesia Católica.
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Oración a Santa Pelagia
Oh dios, que te dignaste a mirar a esta alma sensual seducida por el pecado y quisiste, a través de tu amor, hacer en ella una obra preciosa de transformación, te ruego que, por los méritos de Santa Pelagia de Antioquía, yo también sienta un deseo ardiente por buscar la perfección cristiana, yo también sienta un deseo ardiente por buscar la perfección cristiana, dejando atrás todos mis apegos, vicios y pecados que me mantienen esclavo de mis vanidades y no me permiten amarte en plenitud. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santoral del 8 de octubre
- San Evodio de Rouen
- San Félix de Como
- San Hugo de Génova
- Santa Ragenfreda
- Santa Reparada virgen y mártir
- Santa Thais penitente